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Tegucigalpa, protestas contra el fraude electoral (2017) |
Para muchos activistas la salida de JOH parece cuesta arriba, pero la
insurrección pos fraude electoral de 2017 que derrotó el estado de sitio, y el
posterior Paro Nacional que obligó a JOH a derogar los PCM en salud y educación
demuestran que se puede conseguir la unidad de todos los sectores que desde
abajo y a la izquierda queremos sacar al dictador. Repetir esas gestas no será
fácil pero las bases nos demostraron que es posible.
Un gobierno que apuesta por más ataques
El régimen, a petición del Fondo Monetario Internacional, aplicará una
política económica más agresiva que, de la mano de la ya anunciada recesión
económica, buscará golpear durísimo los bolsillos de los sectores más
empobrecidos de la clase trabajadora, pero también se esperan ataques a la
clase media y la pequeña burguesía. Centralmente buscarán afectar el valor de
los salarios, las pensiones, el precio de la energía eléctrica y la canasta
básica, además de profundizar sus políticas extractivistas y privatizadoras. El
pueblo hondureño ya lo está sintiendo; a días de iniciarse el año ya partió la
primera caravana migrante con miles de hondureños que se dirigen hacia Estados
Unidos, a quienes no les importa cuáles serán las medidas de contención del
Trump y sus gobiernos lacayos en la región, puesto que el combustible que los
motiva a huir del país es la desesperación que les genera la pobreza y la
violencia generalizada.
La continuidad de una dictadura cachureca en el país por más de 10
años ha resultado en una desorganización de los trabajadores, cosa que el
régimen, la empresa privada y el imperialismo piensan aprovechar para continuar
con el plan de privatización de las empresas públicas como la ENEE, SANAA, RNP,
INFOP, etc. De la misma manera avanzan los proyectos contra el medio ambiente, como
el que busca devastar aún más la zona protegida de La Tigra en Tegucigalpa, la
cual cuenta con un foco importante de resistencia de los pobladores de la zona.
La represión de los sectores que luchan contra la narco dictadura es
otra características de la actual situación. Y es que mientras el pueblo se
mantenga en resistencia, es más difícil para el gobierno proceder con sus
ataques, por eso avanza con la represión y los asesinatos de dirigentes tolupanes,
tawahkas y garífunas; así como continúa la persecución política contra los
defensores de La Tigra, Guapinol y demás presos políticos.
¿Consiguió el régimen una completa estabilidad?
Basándose en el panorama dibujado en líneas anteriores muchos
dirigentes quieren convencer al pueblo que el régimen ha alcanzado una completa
estabilidad política, y por tanto, es imposible sacarle por medio de una
revolución; y la única salida ‘real’ es derrotarle a través de las elecciones,
el cual es el terreno histórico de la burguesía.
En el PST creemos que es verdad que el régimen ha tomado cierto
control de la situación posterior al juicio contra Tony Hernández, pero para
nada creemos que Honduras es un país ‘estable’. Al contrario, creemos que
nuestro país es de los más inestables de la región, y eso que consideramos que
la región latinoamericana atraviesa un proceso de insurrecciones y revoluciones
en varios países. En Honduras las condiciones objetivas para sacar a la
dictadura están maduras (crisis económica y empobrecimiento generalizado en
todos los estratos de la población, rechazo unánime al régimen, violencia,
narcoestado y migraciones masivas, corrupción innegable en todos los poderes
del estado, etc.). De hecho, están tan maduras las condiciones que hasta empiezan
a podrirse.
Es importante, entonces, analizar por qué en medio de la situación
convulsa que atraviesa el país el régimen de JOH ha logrado llegar a un nuevo
año de presidencia, sabiendo además que ha logrado en recientes fechas sacarse
a la MACCIH de encima, comprar con chantaje a los dirigentes de las centrales
obreras y el magisterio, y empezar a poner el tema de las elecciones en la
opinión pública.
Colaboración de la oposición
La colaboración de los partidos de la oposición burguesa ha sido el
principal factor que determina la permanencia ilegítima de JOH en la silla
presidencial. Estos que se dicen contrarios a la dictadura, son parte misma del
andamiaje del gobierno. Han apoyado al Partido Nacional a aprobar el pacto de
impunidad que blinda a los diputados manchados en los casos de corrupción de la
Red Pandora, han respaldado las reformas al código penal que disminuye las
penas a los corruptos y aumenta la de los luchadores, y no conformándose con
sus jugosos salarios, aprobaron la ley de presupuestos departamentales que les
permite a todos los diputados acceder a millones de lempiras para seguir
robando impunemente, ya sea para aumentar su patrimonio como para hacer campaña
con fondos públicos.
Pero no solo votándole las leyes a los cachurecos es que Libre, Pinu,
Nasralla y el Partido Liberal traicionan al pueblo y apoyan a la dictadura,
también lo hacen promoviendo la desmovilización de los trabajadores y del
movimiento popular. Por ejemplo, en medio del juicio contra Tony Hernández que
enardeció al pueblo y que pudo generar un alzamiento popular, estos partidos en
lugar de llamar a la lucha callejera le dijeron al pueblo que se quedara en sus
casas y que eran ellos quienes iban a sacar a JOH a través de un Juicio
Político en el Congreso Nacional, el cual evidentemente nunca sucedió porque el
Congreso es cuna de los cachurecos. Cuando el pueblo estaba dispuesto a
insurreccionarse una vez más, estos partidos se comprometieron a llamar a un
Paro Nacional para sacar a JOH, el cual nunca llegaron a organizar, y que al
final fue pospuesto por Juan Barahona para ‘enero de 2020’ porque había que
respetar las festividades decembrinas –tal como dijeron Mel y Nasralla al
pueblo en medio de la insurrección de 2017-. Finalmente, en 2020 expusieron que
la lucha contra la narco dictadura debía ser pacífica y por medios legales.
Es claro que la ‘oposición’ burguesa no está por la salida de la narco
dictadura. ¡Y cómo lo van a estar si estos junto con la dictadura, con quien negocian
de manera pública o discreta, según sea el caso, son los que más ganan
repartiéndose los espacios de poder, los puestos de trabajo gubernamentales y los
grandes negocios!
Tareas estratégicas: alcanzar la unidad obrera
popular y rechazar a las direcciones burguesas
No son dos años de lucha desde el último fraude, ni seis años de lucha
contra JOH, en realidad llevamos once años de lucha contra el golpismo
neoliberal, y durante todo este proceso las corrientes burguesas como el
Melismo, el Partido Liberal y recientemente Nasralla han demostrado de qué lado
están. La burguesía opositora no será la dirección política que liberará a los
trabajadores de la explotación capitalista ni de la opresión de la dictadura.
Por el contrario, los y las revolucionarias debemos de luchar por
alcanzar la unidad de toda la clase trabajadora y sus organizaciones obreras y
populares, unificando todas nuestras demandas y luchas. Es urgente que todos
los que le apostamos a la caída del régimen por una vía revolucionaria nos
organicemos en una gran Coordinadora Nacional de Lucha contra la Dictadura que
prepare desde abajo y de manera democrática un Paro Nacional por la caída
inmediata de JOH.
Es preciso organizar un poderoso movimiento contra la dictadura que
surja desde las mismas bases de la clase trabajadora, las organizaciones del
movimiento indígena, campesino, de mujeres, la juventud y el pueblo organizado
en cada municipio, aldea y barrio y que levante un sistema de exigencias que
tengan como base la salida innegociable de JOH, aumento general de salarios y
fin del empleo por hora, tierra para los campesinos, reforma agraria, alto a
los feminicidios y derechos sexuales y reproductivos a las mujeres, salud y educación
públicas y gratuitas, cárcel y confiscación de bienes a todos los corruptos,
libertad para los presos políticos, derogación de la ley antiterrorismo y ¡por
un gobierno de las y los trabajadores!