Por Docentes Socialistas del PST
Disciplinado al
mandato de los organismos financieros internacionales, el régimen de JOH,
anunció en abril la aprobación de los decretos de reestructuración en salud y
educación. Con estos decretos JOH pretendía reducir la masa salarial y
profundizar las privatizaciones en ambos sectores. Este error le salió caro ya
que, como veremos líneas después, la movilización de médicos y maestros no sólo
derrotó los decretos en cuestión, pues el mismo fin también tuvieron los PCM
que había aprobado en años anteriores, además se desató un ascenso en la lucha
que hoy en día exige la salida inmediata del régimen, por lo que resulta muy
importante sacar las conclusiones del proceso y sus perspectivas.
Antecedentes
A finales de los
años 90’s el magisterio hondureño conquistaba, producto de sus luchas el
estatuto del docente, contracorriente a la ofensiva imperialista que lanzaba el
modelo neoliberal en Honduras y el resto del mundo. Años después, en 2009, a los
docentes les tocó asumir la lucha contra el golpe de Estado. Así entre paros de
laborales y movilizaciones, los maestros se convirtieron junto a la juventud en
un bastión y referente de aquella heroica resistencia. Quienes además ya habían
hecho una experiencia previa en la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular
(CNRP). En ese sentido la consolidación del golpismo y la derrota de las masas
tuvieron secuelas muy fuertes en el gremio magisterial.
Durante los años
2010, 2011 y 2012 el golpismo no solo arrebató conquistas económicas al
magisterio, sino que además aprobó la Ley Fundamental de Educación y las reformas
a la vieja Ley del INPREMA. Con esto el Estatuto del docente queda relegado y
el Estado crea un marco legal para trasladar la educación a los padres de familia
y las municipalidades. En aquella ocasión el magisterio salió a las calles
contra las reformas, pero la mala directriz de los burócratas magisteriales
llevó al gremio nuevamente a una derrota. A raíz de esa mala experiencia en los
últimos años se han desarrollado procesos de organización desde las bases y al
margen de las burocracias.
En el caso del
sector salud, se han desarrollado huelgas muy importantes por médicos,
enfermeras y estudiantes. Huelgas por exigencias como el cumplimiento de pago
de salarios y becas, contra la Ley Marco del Sistema de Protección Social y las
pésimas condiciones del sistema salud público. Siendo muy importante las
denuncias de este sector en el marco del desfalco del IHSS y el movimiento de
los indignados en 2015.
Desarrollo del proceso de lucha actual
Frente a la
amenaza de los despidos el sector magisterial y de médicos conforman un espacio
unitario de lucha. La Plataforma en Defensa de la Salud y Educación Pública se
ganó rápidamente la confianza de cientos de maestros, médicos y la población en
general. Las razones de esa confianza residen primero, en no haber hecho ningún
tipo de negociación previó a la
derogación de los PCM y segundo realizar asambleas y movilizaciones en todo el
país.
La plataforma
logra dos victorias importantes: la derrota de los decretos de reestructuración
y la derrota de los PCM. La primera victoria es el producto de las jornadas del
29 y 30 de abril donde la juventud universitaria y barrial tuvo un papel
destacado. La segunda victoria se logra luego de un salto en la calidad del
proceso con la asamblea nacional el 28 de mayo, en Tegucigalpa que unifica
criterios y vota los Paros Nacionales del 30 y 31 de mayo.
Mientras todo
esto se desarrollaba el gobierno aprovechaba cada ocasión para expresar que no
derogaría los PCM, y amenazó con sancionar a los docentes y médicos en huelga.
En alianza al gobierno, las burocracias magisteriales fracasaban en su política
de llevar la lucha hacia el terreno de las negociaciones con JOH, y
desmovilizar el ascenso en curso. Está política de dividir y traicionar el
movimiento fue derrotada por las bases en más de una ocasión, los burócratas no
tuvieron otra que mostrar “una aparente disciplina” a los lineamientos de la
plataforma y traicionar sólo después de aparecer como figuras dentro del
espacio.
Así, en medio de
una fuerte presión en las calles, pérdidas millonarias para la Empresa Privada
y una dura represión, el gobierno anuncia la derogación de los PCM el domingo 2
de junio, aunque en el marco de un acuerdo reaccionario con algunas dirigencias
traidoras del magisterio que días atrás estaban siendo señaladas por el
gobierno por fuertes actos de corrupción.
La lucha animó a
otros sectores para salir a luchar. Así en la tercera semana de junio la crisis
se agudiza con la huelga de transporte de carga pesada y la huelga de “fusiles
caídos” por elementos COBRAS y TIGRES de la policía. Y sin duda el elemento
central de la crisis es la salida de JOH.
Conclusiones y perspectivas
1. Las
movilizaciones contra los PCM provocaron un cambio en la situación del
movimiento de masas caracterizado por un ascenso y una correlación de fuerzas a
favor de las masas. Desde la insurrección contra el fraude electoral no se
levantaba un movimiento capaz de poner al gobierno en crisis. Hasta el momento
el gobierno se había mantenido a la ofensiva recetando una serie de ataques a
la clase trabajadora sin oposición.
2. La unidad y
definir los objetivos es fundamental. Queda claro que la unidad no es un tema
abstracto, pues para lograr la unidad hay que realizar desde abajo todo un
proceso de organización. El método asambleario logró crear una alianza fuerte
entre padres de familia, estudiantes y sectores populares y sociales. Sobre los
objetivos o el programa, la plataforma sólo se limitó a demandas relacionadas
con salud y educación, y pese que a se sumaron nuevos sectores a la lucha, el
programa no se redefinió para sumar las nuevas demandas.
3. Se rompió
temporalmente la dispersión del movimiento de masas. Abanderando la defensa de
la salud y la educación pública, los médicos y profesores lograron el respaldo
de organizaciones sindicales como el SITRAUNAH, ADUNAH, INFOP, entre otros, y
organizaciones del campesinado como la CNTC, el MUCA y demás movimientos
campesinos del Bajo Aguan, los movimientos de indignados y anti-JOH de
Tegucigalpa, la Mesa de indignación de El Progreso y los pobladores de
Choluteca también participaron activamente; la juventud y sus organizaciones
estudiantiles de secundaria y universitarias, quienes tuvieron un peso
determinante en la profundización y radicalización de la lucha callejera contra
la represión del régimen, misma importancia se puede asignar a la resistencia
barrial en Villanueva, Cortés. Sin embargo, desde un carácter objetivo, no ha
sido posible la agrupación de todos los sectores en un solo frente para luchar
contra el régimen y esto se debe al limitado programa de la Plataforma.
4. Los
trabajadores deben organizarse de forma independiente a la oposición burguesa.
Desde la extinta CNRP y la lucha del magisterio en 2011, no se veía una lucha
nacional encabezada por sectores de la clase trabajadora organizada. En esta
ocasión docentes y médicos están a la cabeza del proceso. Por otro lado a
diferencia de las luchas encabezadas por los partidos de oposición burguesa
como LIBRE, esta vez la independencia de clase evitó que la lucha se desviara
hacia los diálogos y las negociaciones con el gobierno que llevan a las masas a
callejones sin salida.
5. Hay una
degeneración de las burocracias. Las burocracias son un elemento objetivo que
desfavorece a la clase trabajadora, así lo evidenciaron los dirigentes vendidos
que pactaron con JOH. Por lo que parte del programa es luchar contra estas
burocracias. Las bases del magisterio en ese sentido tienen una tarea aún
mayor. Pero, queda evidente que las bases aprendieron la lección de la lucha
anterior (2012), y no confiaron ni un solo minuto en su dirigencia. Por lo que
urge la reorganización del magisterio desde las bases.
6. Es necesaria
una GRAN SEGUNDA ASAMBLEA NACIONAL de la Plataforma, donde se discuta democráticamente,
un plan de continuidad de la lucha, que centrado en la defensa de la educación
y la salud pública, gratuita y de calidad, incorpore en su programa la salida
de Juan Orlando Hernández del poder, porque no hay otra forma de luchar
coherentemente contra ninguna de sus políticas y menos contra el compromiso que
ha realizado con el FMI, sino es sacándole de la silla presidencial.
7. La unidad, la
movilización y la construcción de una dirección es una tarea estratégica en la
lucha contra JOH. Los Paros Nacionales organizados desde las bases demostraron
que es posible derrotar a la dictadura. Pero para eso precisamos construir una
dirección que adopte como consigna central la salida de JOH. Urge construir una
Plataforma Nacional de Lucha contra la Dictadura.