El 25 de enero está declarado como
Día de la Mujer en Honduras, a partir de un decreto emitido durante el gobierno
de Julio Lozano Díaz en el año 1955, reconociendo a partir de ese decreto el
derecho a ejercer el voto a las mujeres que sabían leer y escribir.
Si revisamos la historia de las
organizaciones y luchas en este país, sabremos que aquí ningún derecho ha sido
“dado” por voluntad o capricho de los
gobernantes. Todos los derechos han sido
conquistados a base de lucha y sacrificio de mujeres y hombres decididos y
dispuestos a dar incluso la vida.
Hoy más que nunca la historia nos
demanda organización, lucha, y toda la energía y sacrificios posibles para
continuar la lucha contra este Estado asesino donde todas las instituciones y
sus aparatos se confabulan para mantener este clima de terror e impunidad.
Las mujeres estamos poniendo
centenares de vidas, entre ellas las muertes de Berta Lidia Ortéz de 39 años
(desmembrada en Choluteca), Andrea Waleska de 13 años (violada y asesinada en
Santa Rosa de Copan), Angie Alejandra Tejada de 14 años (violada, embarazada y
asesinada en Catacamas, Olancho), Silvia Vanesa Izaguirre de 27 años,
(asesinada por negarse a dejarse ultrajar sexualmente en Trujillo Colon en un asalto a un bus), Wendy
Xiomara Rodriguez de 33 años (asesinada frente a sus hijos en Santa Bárbara),
etc. Lo más doloroso es que todos estos crímenes siguen impunes, centenares de
muertes violentas cada año, con odio y saña, dejan un mensaje claro de
impunidad e indefensión en el que nos encontramos.
Por ellas y por nuestras vidas, debemos
continuar denunciando y luchando contra este gobierno, que además de matarnos,
también violenta los derechos laborales de miles de mujeres obreras, que
reciben salarios miserables, malos tratos y una súper explotación, condenadas a
soportar ese trato inhumano debido a la falta de oportunidades laborales.
La lucha debe seguir junto a las
millones de mujeres en el mundo entero que luchan por defender la vida, y los
derechos sexuales y reproductivos. Este 25 de enero debe ser el arranque de una
campaña permanente de unidad y lucha por nuestros derechos, para que no nos
sigan matando, por echar este gobierno represivo y asesino, a juntarnos para
que el próximo 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer trabajadora, nuestra
lucha y nuestra presencia se haga sentir, sumándonos de manera activa al Gran
Paro Mundial de Mujeres. Las mujeres no queremos un día de flores, queremos una
vida con dignidad y respeto a nuestros derechos.