Por el comité central del PST
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¡No al diálogo, fuera JOH! |
Ha quedado demostrado que el gobierno de JOH
fue el autor principal del robo al IHSS, que costo la vida a casi tres mil
personas y 7 mil millones de Lempiras en perdidas. Ahora estos
ladrones-homicidas y sus compinches convocan a un “dialogo” para hablar sobre
como “fortalecer las instituciones de justicia”. ¡Habrase visto! El “dialogo”
de JOH no es otra cosa que una astuta estrategia distractora, un show mediático
para sobrevivir como gobierno-delincuente porque el Pueblo movilizado lo tiene
contra las cuerdas exigiendo su salida. Participar en el “dialogo” de JOH, es
prestarse a su sucia maniobra de evadir la justicia.
Como es comprensible, corrieron a “dialogar”
todos los sectores que son afines al gobierno, desde ONGs hasta municipalidades
cachurecas. Lo inaudito es que sectores de la “oposición” también se muestran
interesados en sumarse, y para guardar las apariencias, exigen condiciones. Las
centrales obreras ponen como condición que el “dialogo” sea mas “incluyente”,
el PAC pide que se invite a los jóvenes de la Oposición Indignada, mientras
LIBRE y el Partido Liberal piden que primero se solicite la CICIH y que el
dialogo no lo coordine JOH. Pero a ninguno se le ocurre rechazarlo con
contundencia y ponerse a la cabeza de la convocatoria a un Paro Nacional para
exigir la salida del gobierno. Esto muestra que no apuestan por la lucha
popular sino por arreglos políticos “por arriba”, a través de los nefastos
pactos políticos que ayudan al sistema a salir de sus crisis.
Hasta ahora la dirigencia de la Oposición
Indignada ha tenido el acierto de negarse a participar en el circo montado por
el gobierno, por lo cual los felicitamos y los instamos a mantener esa
posición. Sin embargo, en aras de la objetividad, muy fraternalmente debemos
decir que en otros aspectos han retrocedido.
Observamos que han abandonado de su discurso
la exigencia de la renuncia de JOH y se han quedado con la exigencia de la
CICIH y el Juicio Político, en sintonía con la posición de Salvador Nasralla y
Mel. Dado que pedir que JOH convoque la CICIH es contradictorio con exigir su
renuncia, la Oposición Indignada ha escogido no insistir en la renuncia. Esto
es incorrecto porque el principal obstáculo para que se haga justicia en el
país es el gobierno de JOH y su podrido sistema judicial sobre el que tiene
dominio. Además, su salida del poder es lo que quiere el Pueblo en las calles
gritando “Fuera JOH”. Aquí hay un retroceso.
El argumento de los compañeros(as) es que la
CICIH nos permitiría procesar y echar a JOH, pero ese razonamiento no considera
que depositar tanta confianza en la CICIH y en el Juicio Político, al grado de
colocarlos en el centro de la exigencia popular, es un arma de doble filo.
Veamos: Si se logra la firma de JOH para pedir a Naciones Unidas la CICIH, el
actual gobernante seria el único facultado para negociar con la ONU las
atribuciones que tendría dicha comisión, y por supuesto solo aceptara las
atribuciones que convenga a sus intereses, a no ser que sea suicida. Eso lo
validaría como gobernante y le daría una ventaja para evadir la justicia. Por
otro lado, el juicio Político es inviable, porque se requiere una mayoría
calificada que la oposición no tiene en el Congreso (86 votos para procesar y
sustituir al Fiscal General y Adjunto; y 92 votos para enjuiciar y sustituir al
Presidente), lo cual llevaría al movimiento a un callejón sin salida.
Ante este inconveniente la Oposición
Indignada ha agregado a su planteamiento que la CICIH tenga facultades de
judicializar los casos que conozca, o sea que puedan actuar como jueces. Tal
propuesta no es una solución aceptable a este problema porque entonces un
organismo supra nacional estaría usurpando funciones que corresponden a
organismos nacionales, afectando la soberanía nacional, y en ningún país del
mundo el intervencionismo ha solucionado nada, como lo muestra el caso de Haití. En ese sentido aquí hay otro retroceso. Nosotros creemos que, una vez
echemos del poder a JOH, los hondureños perfectamente podemos organizar un Tribunal
de Justicia Popular nacional, con gente proba que abunda entre los millones
de indignados(as) y no necesitaríamos de jueces extranjeros.
Mas
bien esa propuesta abre la puerta a la intromisión norteamericana. Es sospechoso
que Thomas Shanon, Consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos, en
su reciente visita a El Salvador, recomendó la instalación de la CICIH en toda Centroamérica.
¿Qué pretenderá el imperio con esa recomendación? Asumimos que eso le permitiría
ganar una influencia decisiva en los poderes judiciales de los Estados
centroamericanos para luego manipularlos a su conveniencia, dado que su
gobierno tiene mucha influencia sobre los organismos de Naciones Unidas (es su
principal aportante). Eso le daría una prerrogativa a un poder externo que
fortalecería el carácter neocolonial del sistema judicial hondureño y en ese
sentido la medicina seria peor que la enfermedad. ¿Es que los hondureños no
podemos hacerlo por nosotros mismos?
Asumiendo
que estamos en un mundo irreal y que todo lo dicho párrafos atrás es superado
(la CICIH viene, hace buenas investigaciones y enjuicia a los funcionarios
corruptos sin influencia de ningún gobierno extranjero, y estos son sacados del
poder mediante Juicios Políticos) ¿Que pasaría? Que esos funcionarios corruptos
serán sustituidos por otros del mismo circulo de confianza de la oligarquía,
porque mientras el sistema se mantenga a la larga tendremos los mismos
resultados. La CICIH puede venir a sacrificar a unos cuantos chivos
expiatorios, pero no va a cambiar el sistema y este mas temprano que tarde se
adaptara y reproducirá. Para que siga funcionando “bien”, se tendría que
prolongar su mandato tantas veces, que Honduras terminara perdiendo su
soberanía sobre el Poder Judicial, como esta ocurriendo en Guatemala. ¿Es eso
lo que queremos? ¿Un estado oligárquico con una muleta o un Estado de nuevo
tipo, popular y participativo?
Frente
a esta contradicción, la solución es cambiar la podrida institucionalidad
burguesa, que es el origen del problema, no mediante una CICIH sino mediante
una Asamblea Constituyente Originaria, Popular y Participativa que cree
una nueva institucionalidad de justicia y un nuevo Estado de derecho que
responda a los intereses de las mayorías populares. En ese proceso todos
podríamos tener la oportunidad de decidir que tipo de sistema de justicia
queremos. Sin embargo, la Oposición Indignada no levanta esta propuesta.
Otro
retroceso que vemos es que la Oposición Indignada se ha estancado en no utilizar
otro método de lucha que no sean las Marchas de las Antorchas. Consideramos que
estas han jugado una función aglutinadora y sensibilizadora muy importante,
pero que a estas alturas resultan insuficientes para echar abajo al gobierno y
ni siquiera para que ceda en el tema de la CICIH. Es hora de pasar a una
forma de lucha superior como es el PARO CIVICO NACIONAL. Sin embargo, la
dirigencia de Oposición Indignada se ha negado a ponerse a la cabeza de este
método de lucha popular y se desmarca del mismo, como si fuera un delito,
cuando es lo único que puede hacernos llegar al objetivo.
También
consideramos que la Oposición Indignada debe ampliar, estructurar y
democratizar el movimiento. Ampliarlo de manera que permita la
incorporación de los sectores populares mas explotados y no solo a la clase
media. Esto se lograría si se propiciaran encuentros con organizaciones
obreras, campesinas, indígenas,
estudiantiles, de mujeres, a nivel local, regional y nacional, y se les permita
incorporar sus demandas al movimiento, para no reducirlo solo al problema de la
corrupción. De hecho, la historia muestra que solo la clase trabajadora es
capaz de ir hasta el final en el enfrentamiento contra la oligarquía burguesa.
Estructurarlo
convocando a la conformación de Mesas de Indignados en todos los
rincones del país, y democratizarlo mediante un régimen democrático de Asambleas
Locales, Municipales y a una gran Asamblea Nacional del movimiento
para dar la oportunidad a las bases populares, que en su mayoría no tienen
acceso a internet, para que se expresen y puedan elegir una Coordinación
Nacional, definir el Pliego de Demandas y el Plan de Lucha a seguir.
Nuestro
partido ha hecho llegar estas propuestas a los dirigentes de la Oposición
Indignada mediante una Carta Abierta entregada el 29 de junio recién pasado
(publicada en nuestro periódico y en nuestro blog), pero su respuesta fue
negativa. Este es un error que deben enmendar porque no tomar en cuenta las
bases solo aumenta el riesgo de equivocarse con mas frecuencia y de caer en
manos de nuevos caudillos; y lo que menos necesitamos es sustituir un
autoritarismo por otro.
Conclusión:
mientras siga JOH en la Presidencia, cualquier cambio será cosmético y a la
larga todo seguirá igual. Por consiguiente, hay que sacar a JOH del
gobierno, para que un cambio comience de verdad. Pero un cambio que no
comprometa la soberanía popular ante el imperialismo norteamericano y mediante
un proceso amplio, democrático y participativo.
Finalmente
queremos invitar a todo
el movimiento popular a participar en los Encuentros Regionales para
organizar un PARO CÍVICO NACIONAL para echar a JOH y por la convocatoria de
una Asamblea Constituyente, que nuestro Partido esta organizando. El Encuentro
de Tegucigalpa por el PARO CÍVICO sera el próximo sábado 11 de julio a la 1
pm en el salón del STIBYS.