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¡FUERA JOH! |
Tegucigalpa, M.D.C. 23 de junio de 2015 Compañeras y compañeros de la Oposición Indignada:
En primer lugar,
reciban nuestra solidaridad cuando son objeto de represión laboral y ahora
paramilitar por motivo de la meritoria labor de movilización que realizan en
todo el país, y por la huelga de hambre que algunos de ustedes iniciaron ayer.
Con el debido
respeto, les escribimos porque apreciamos que el movimiento de Oposición
Indignada está llegando a un punto en el que se vuelve necesario hacer una
reflexión colectiva sobre el rumbo que lleva, con el fin de corregir errores y
ajustar la estrategia general.
Somos partidarios
que dicha reflexión involucre a las bases del mismo y no solo a la cúpula, y
por eso el carácter público de esta carta. Asimismo, tenemos propuestas que por
este medio sometemos a consideración del Pueblo indignado para fortalecer su
unidad, mejorar sus métodos de lucha y democratizar la toma de decisiones.
Nuestras observaciones y propuestas son las siguientes:
OBSERVACIONES:
Sobre los objetivos del movimiento de los y las indignadas(os)
Ustedes han
dejado claro que el movimiento tiene como su principal objetivo exigir a JOH
que solicite a Naciones Unidas la instalación de una Comisión Internacional
contra la Impunidad (CICIH), similar a la que funciona en Guatemala; en segundo
lugar, exigen la aplicación de la figura del Juicio Político para el Presidente
Juan Orlando Hernández, para el Fiscal General y el Fiscal Adjunto, a la vez
que les piden la renuncia de sus cargos. También exigen la destitución de los
magistrados de la Sala de lo Constitucional que fueron impuestos en 2012
en un acto de usurpación de funciones
por parte del Congreso Nacional.
Sobre estos
puntos, coincidimos con ustedes en lo sustantivo que es la salida del
gobierno de JOH, del Fiscal General, del
Fiscal Adjunto y de los magistrados de la Sala de los Constitucional. Esto es
lo que quiere todo el pueblo indignado. Sin embargo, con todo respeto discrepamos
del procedimiento que proponen para
ese objetivo, en concreto: la CICIH y el Juicio Político.
Sobre la CICIH:
Pedir que el gobierno solicite a Naciones Unidas la CICIH es
contradictorio con pedir la renuncia de
JOH pues este tendría que quedarse en el poder para solicitar esa Comisión,
negociar con la ONU sus funciones e implementarla; además la instalación de una
CICIH sin haber sacado antes a este gobierno, simplemente vendría a avalar la
podrida institucionalidad existente, pues su rol seria eminentemente técnico
quedando las decisiones claves, como los juicios o la implementación de las
recomendaciones, en manos de las actuales autoridades . En ese sentido la idea
de la CICIH se contrapone a lo que en el fondo quiere el Pueblo. Pero hay una
salida: El gobierno ya dijo que no solicitara la CICIH, por tanto, ha quedado
en evidencia que no tiene voluntad política; el movimiento debe darlo por
agotado y pasar a otro nivel de exigencia.
Sobre el
Juicio Político: Debemos recordar que se necesitaría el apoyo de 2/3 de
los diputados (86 votos) para iniciar el Juicio político y
destituir al Fiscal y su adjunto; y en el caso del Presidente de la República
se necesitan 3/4 partes de los votos (92 votos) en el Congreso
Nacional. La oposición parlamentaria al partido de gobierno no tiene esa
correlación de fuerzas favorable. Entonces lo único que se lograría seria
quemar ese recurso, y blindar a los corruptos para que no puedan volver a ser
juzgados en ese poder del estado.
Por otro lado, no
se debe limitar la exigencia de renuncia
solo a esos funcionarios y tampoco se debe creer que cambiándolos se soluciona
lo mas importante. El problema de fondo es el actual sistema económico, social
y político que se sustenta en relaciones asimétricas de poder. Por tanto, el
movimiento indignado debe tener un planteamiento de transformación global del
Estado que conduzca a luchar por un Estado de nuevo tipo, en el que la
oligarquía burguesa no vuelva a tener la oportunidad de hacer lo mismo.
En resumen, muy
respetuosamente les decimos: el procedimiento que han escogido y la limitada
perspectiva de su propuesta actual, no conduce a lo que el pueblo quiere (que
se vaya JOH y su gobierno), sino a preservar el actual orden de cosas con
algunos cambios cosméticos.
NUESTRA PROPUESTA:
Para nosotros,
esta oportunidad debe aprovecharse para exigir la dimisión del gobierno de
JOH, completo, porque todo el gobierno es ilegal e ilegítimo, y además,
delincuente. Este gobierno, nacido de un fraude electoral, una vez instalado
rompió el orden constitucional al violar el principio republicano de la
separación de poderes y los artículos “pétreos” de la Constitución, cayendo en
la categoría de “traición a la patria” y en la “usurpación de la soberanía
popular”. Por tanto, el Pueblo esta facultado para sacarlos a todos y todas
del poder, en uso del artículo 3 constitucional que ampara el derecho a la
insurrección popular. Las evidencias están a la vista y son suficientes, y
la masa critica para lograrlo esta saliendo a las calles. No necesitamos mediaciones
de ningún tipo, como la CICIH o el Juicio Político, que más bien retrasan el
proceso, mucho menos abrir el diálogo con esos delincuentes.
Lo que
necesitamos es diseñar de forma participativa una estrategia de lucha para
echar al gobernante y toda su pandilla, basada en la movilización popular.
La agenda que proponemos para este
movimiento es la siguiente, siendo solo una propuesta sujeta a ser mejorada con
la participación de las bases del movimiento:
·
Lo primero es no ceder a las
tentativas para el dialogo con el gobierno porque estas buscan que el regimen mantenga sus caducas
instituciones. La consigna es una nueva institucionalidad que surja de una
Asamblea Constituyente. La Embajada de Estados Unidos, la derecha golpista y un
sector de las ONGs bajo el liderazgo de la Alianza por la Justicia (APJ) estan
en esa jugada.
·
En lugar de eso, debemos
concentrarnos en organizarnos bien desde la base, haciendo estructuras
con compañeras y compañeros probados en la lucha. Solo con organización resistiremos
la represion del gobierno.
·
Prepararnos muy bien para una insurrección
popular, amparados en el articulo 3 constitucional, hasta sacar del poder a
este gobierno delincuente.
· Una vez sacado este gobierno
corrupto, instalar un Gobierno Obrero y Campesino del Pueblo Indignado,
integrado por los sectores de la población que participan del movimiento
actual, con énfasis en el protagonismo de la clase trabajadora, que no solo es
la mayoría de la población sino la única capaz de construir un país diferente.
Asimismo, debe tenerse cuidado que en el gobierno de transición no incluya ni
grandes empresarios, políticos
tradicionales de los partidos de la oligarquía, miembros de la jerarquía de
iglesias, ni miembros de las Fuerzas Armadas, que históricamente han estado al
servicio de los ricos.
·
Ese gobierno debe convocar a un Tribunal
de Justicia Popular, integrado por hombres y mujeres de
probada honestidad, de entre los millones que integran el movimiento
indignado, para que haga un verdadero juicio a todos los funcionarios y
empresarios involucrados en este y otros latrocinios en perjuicio del
contribuyente, los meta a prisión y les expropie sus bienes para resarcir el
daño que causaron al IHSS y otros saqueos similares.
· Tal gobierno luego debe convocar
a elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente, originaria,
popular y participativa. De esa Constituyente debe salir un nuevo orden
económico, social y político que se organice en función del bienestar de las
mayorías y no al revés como ocurre actualmente; en el que prive una democracia
participativa directa y no “representativa” como hoy día.
O sea que la ruta
no solo debe ser sacar a JOH, sino también construir una alternativa política
democrática que transforme el pais y un instrumento de impartición de justicia
que obedezca a los intereses del Pueblo.
Sobre el método de lucha y de toma de decisiones del movimiento
Lo primero es
tener confianza en que el Pueblo con sus propias fuerzas puede sacar a JOH. No
necesitamos la intervención de Naciones Unidas ni del gobierno norteamericano
para lograrlo. Por el contrario, esa intervención estaría al servicio del
gobierno para evitar su caída, como hacen los gringos hoy dia en Guatemala,
donde hacen todo lo posible para evitar que salga el gobierno de Otto Perez
Molina a manos del Pueblo.
El método de
lucha depende del objetivo. Si el objetivo es echar abajo el gobierno corrupto,
que es lo que quiere el Pueblo, entonces las manifestaciones de antorchas y las
huelgas de hambre son insuficientes. Esta bien que se realicen, pero a la par
necesitamos métodos mas activos y participativos de lucha.
Nuestro
criterio es que la única forma de lograr la salida de JOH es afectando los
intereses económicos de la gran burguesía que ha cerrado filas en su apoyo. La
mejor forma de hacerlo es organizar un gran PARO CIVICO NACIONAL que
paralice la economía y que obligue a la oligarquía a sacrificar a su principal
mandadero. No es un PARO solo de obreros en fabricas y de empleados públicos,
que por supuesto deben estar en primera linea, sino también de campesinos,
pobladores, jóvenes y mujeres que nos lancemos a trancar carreteras, tomar
aduanas, aeropuertos, centros comerciales, granjas agropecuarias, instalaciones
del gobierno, golpeando a la gran burguesía y a los funcionarios públicos
corruptos donde más les duele.
Cualquier otra
forma de lucha es valida, como las manifestaciones con antorchas, las huelgas
de hambre, los plantones o los actos contra-culturales, pero por si mismas no
tienen el nivel de efectividad de un Paro Cívico Nacional bien organizado.
Recuérdese que este gobierno es capaz de matar de hambre a cualquier grupo de
compañeros(as) antes que abandonar el poder.
Fortalecer la Unidad del movimiento y democratizar la toma de
decisiones
Para hacer un PARO
NACIONAL, necesitamos la incorporación de toda la población indignada, no solo
de los jóvenes que espontáneamente iniciaron el movimiento; sobre todo se
necesita la experiencia del movimiento obrero, campesino y popular en el
movimiento, y esa experiencia se encuentra en la base del movimiento popular
que hizo resistencia al Golpe de Estado, enfrentándose al régimen golpista por
años.
En ese sentido,
es necesario construir desde la base, la mas granítica unidad de acción entre
todos los sectores, alejando las actitudes sectarias, vengan de donde vengan.
El vanguardismo, el afán de protagonismo y el sectarismo solo favorecen al
régimen.
Pero también necesita que los dirigentes que estén al frente de la lucha hayan demostrado
que tienen el coraje, la sabiduría y la rectitud suficientes para movilizar al
pueblo, saber interpretar lo que este quiere y no venderse al enemigo. Los
timoratos, oportunistas y traidores ya conocidos deben ser sustituidos por
lideres y liderezas dispuestas a a la lucha.
Por otro lado, el
movimiento necesita una instancia participativa del pueblo indignado a la cual
consultar la mas importantes decisiones y rendir cuentas. Afortunadamente, su
actual equipo dirigente recientemente decidió organizar una gran Asamblea
Nacional del movimiento de indignados en una fecha aun no determinada. Los
felicitamos por esa decisión pues un movimiento tan grande y con una tarea tan
colosal no puede seguir bajo la conducción de un reducido grupo que, por bien
intencionados que este, no se dará abasto con lo que el movimiento requiere.
En esa linea,
proponemos que primero se convoquen a Asambleas Municipales de las y los
Indignadas(os) en los diferentes municipios para discutir en forma
democrática los objetivos de la lucha y
la estrategia de movilización, y en un segundo momento se convoque a la gran Asamblea
Nacional del Pueblo Indignado que elija una Coordinación Nacional del
movimiento, defina un Pliego de demandas al régimen y establezca
democráticamente un Plan de Lucha hasta sacar a JOH y su pandilla.
La tarea mas
importante hoy día es organizar la base en Mesas, Coordinaciones locales o
municipales, Mesas de Indignadas-os, o
como se les quiera llamar, que sean los pilares en los que descanse el edificio
del gran movimiento.
Estimadas y estimados compañeras(os):
Tomen estas notas
como un aporte constructivo al movimiento y no como amenaza al mismo. Si
luchamos por un país democrático, esos valores debemos comenzar a practicarlos
en la propia casa.