Por Kely Estefanía
Núñez
“El
día de la mujer trabajadora es un día de solidaridad internacional y un día
para la revisión de la fuerza y la organización de las mujeres proletarias”.
Alexandra Kollontai, 1920

El 08 de Marzo de 1857 en la fábrica textil de Cotton en
Nueva York, 129 obreras se organizaron y protestaron contra sus patronos. La
respuesta de estos fue convertir la fábrica en una hoguera con todas las
obreras adentro. En 1909, las mujeres socialistas de EE.UU. organizaron lo que
se conoce como el primer día de la mujer, manifestándose en casi todo el país
por sus derechos civiles y políticos que pasaban en ese momento por la
aprobación del sufragio para las mujeres.
Con un carácter mucho más internacional, el 19 de marzo de
1911 en Austria, Dinamarca, Suecia y Alemania se organizan acciones a favor de
los derechos de las mujeres; esto un año después de que la Segunda Conferencia
Internacional de Mujeres de la II Internacional Comunista, a propuesta de Clara
Zetkin, establece la organización de un día internacional de la mujer bajo el
lema: "El voto para las mujeres
será unir nuestras fuerzas en la lucha por el socialismo". Así es
que después de varias experiencias de solidaridad internacional, con luchas y
por objetivos comunes, se establece el 08 de Marzo como día internacional de la
mujer trabajadora.
En Rusia, las mujeres encendieron la llama de la revolución
bolchevique el 8 de Marzo, cuando las obreras de las fábricas salen a las
calles exigiendo mejores condiciones de trabajo y vida. Ocho meses después de
este hecho, los bolcheviques asumen el poder, marcando un antes y un después
para la organización proletaria internacional.
El 08 de Marzo fue adaptado por la ONU hasta 1957, más de
medio siglo después, cómo el día internacional de la mujer. Este hecho dejó dos
componentes claros, el primero es un reconocimiento de las fuertes luchas de
las mujeres durante décadas, pero a su vez escondía consigo el segundo
componente, borrar el carácter clasista de la conmemoración para convertirlo en
lo que es hoy día en muchos países: una celebración policlasista con un
definido carácter burgués, construyendo una falsa ideología de que la opresión
de la mujer es cosa del pasado.
La misma realidad mundial desmiente esta versión
imperialista: el 70% de mujeres de la clase trabajadora a nivel mundial viven
el día a día en condiciones extremas de pobreza, somos la mayoría de
inmigrantes en el mundo, la desigualdad laboral se sigue reflejando cuando
mujeres reciben menos paga que un hombre por el mismo trabajo, en la discriminación
laboral por embarazo y en la doble o hasta triple explotación, como trabajadoras
y amas de casa. En concreto, las mujeres cada día estamos más hundidas entre la
barbarie, la violencia y la impunidad.
Desde el PST consideramos que el 08 de Marzo debe ser un día
más de combate por los derechos de las mujeres, y a esta tarea se debe sumar el
movimiento popular, combatiendo el machismo desde todos los frentes, la casa,
las organizaciones y en la sociedad. Pero también estamos seguros que para
emancipar a la mujer hay que destruir de una vez por todas al desgarrador
sistema capitalista, y acabar así con las condiciones materiales que motivan a
explotar y oprimir a la mujer en beneficio del capital. Debemos forjar una
nueva sociedad basada en la propiedad común y la socialización del trabajo
doméstico; nuevos hombres y mujeres capaces de respetarse y desarrollarse
mutuamente.
¡Este próximo 08
de Marzo, a las calles por más luchas!