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El magisterio derrotó la CAP, esta es una oportunidad para levantarnos |
Por Carlos A. Lanza
Más allá de las
cifras de guerra que maneja el INPREMA, no hay duda que el magisterio derrotó a
la Cuenta de Ahorro Previsional (CAP). La Respuesta del magisterio ha sido
contundente, esta renuncia se ha vivido como una fiesta, como una victoria.
¿Qué significado
político tiene esta renuncia? ¿Cómo interpretarla a la luz de este contexto de
derrotas?; ¿es un acto de confianza en las organizaciones magisteriales o es
simplemente un acto de desconfianza contra el gobierno? Nos parece que esta
renuncia puede interpretarse como un primer paso en el camino de ir perdiendo
el miedo; es un aviso de que el magisterio quiere renunciar al miedo pero la
desconfianza en la dirigencia es aún muy fuerte. La renuncia es un golpe al
gobierno dado por la base, la base está renunciando porque esta es una acción
controlada por su propia conciencia y esto me quedó claro cuando le pregunté a
una maestra si había recibido una capacitación para tomar la decisión de
renunciar y con firmeza me respondió: “a nuestra escuela nunca llegaron a
capacitarnos, pero todas mis compañeras decidimos renunciar por simple lógica”
intrigado le pregunté ¿a qué lógica se refería? Y respondió: “primero yo no
puedo confiar en que la gente que me robó la jubilación me venga a decir que
hoy me quiere proteger y segundo, si esto fuera bueno porque me lo dedujeron
sin mi consentimiento, por qué tendría que andar renunciando a un benefició que
yo nunca solicité”; no le pregunté más, a esa lógica, a esa lucidez, se le
llama instinto de clase: a la maestra y sus compañeras les bastó saber que la
propuesta venía de su enemigo de clase para tomar la decisión de renunciar.
Ahora bien, el asuntó
está en cómo convertimos esta renuncia en un acto de conciencia prolongado en
el tiempo para que no se quede en un simple acto de rebeldía coyuntural. Cómo
hacemos para que la renuncia se convierta en un estandarte contra el miedo,
cómo hacemos para que la renuncia adquiera el cuerpo, la dimensión de una estrategia
de lucha.
Podríamos convertir,
siguiendo a Paulo Freire, el término renuncia en una palabra generadora y
construir con ella un escenario político concientizador que vaya cimentando los
siguientes axiomas: renuncia al miedo, renuncia a la opresión, renuncia a la
cobardía, renuncia a la indiferencia, renuncia a la división. Como contraparte
de ese renuncia obtendremos lo siguiente: no renunciar a nuestros derechos, no
renunciar a la lucha, no renunciar a la dignidad, no renunciar a ser libres; de
este dialogo de la renuncia podemos construir un universo de concientización
que nos lleve a problematizar la palabra renuncia y de la renuncia a la CAP,
podemos hacer poesía de la renuncia, pintura de la renuncia, narrativa de la
renuncia, teatro de la renuncia, ensayo de la renuncia, pedagogía de la
renuncia, un festival popular de la renuncia; dela palabra renuncia podemos
construir la resistencia que necesitamos para mantenernos firmes, necesitamos
renunciar a la explotación capitalista, necesitamos renunciar al opresor que
llevamos dentro, necesitamos renunciar a los lazos ideológicos, políticos y
morales que impiden la liberación definitiva de nuestra patria. Las bases deben
organizarse motivadas por este triunfo e ir más lejos, esta es una oportunidad
para levantar nuestro nivel de conciencia y nuestra capacidad de organización.
La ofensiva del gobierno continuará, ya nos quitaron la jornada plena y viene
una reforma al Estatuto que es similar a una derogación, la base tiene la
palabra: si derrotamos la CAP, podemos obtener más triunfos.