¡Urge un Consejo Consultivo de la FOMH!
Se necesita cambiar la dirigencia magisterial y colocar al frente de las mismas a compañeros y compañeras plenamente comprometidos con las bases
Por Pedro Salinas
El Congreso Nacional aprobó
recientemente reformas a la Ley del INPREMA que causan una profunda
reestructuración al sistema de administración de recursos que los maestros aportan
a esa institución y a los colegios magisteriales.
Estas reformas tomaron por sorpresa a la
dirigencia magisterial, quien se mantuvo concentrada en sus congresos de fin de
año; apenas un reducido grupo de maestros tuvieron el reflejo de rechazarlas.
Las reformas a la Ley del INPREMA clausuran
los beneficios económicos al que los maestros tienen derecho luego de una vida
consagrada al ejercicio docente y arrastran a las organizaciones magisteriales a
la ruina económica y posterior extinción.
Estas enmiendas plantean una cuota de cotización
a los colegios de L.250, de los cuales L. 49.63 se quedan como único recaudo de
las organizaciones magisteriales y el resto pasa a las arcas del INPREMA,
fijando un techo de ingresos anual por colegio magisterial no mayor de 7
millones de lempiras; prohíbe que las organizaciones magisteriales contraten seguros
de vida, médico, gastos fúnebres y de cualquier tipo, orientados a favorecer a
sus agremiados y faculta al Inprema a contratar instituciones bancarias y otras
instituciones de crédito privado para administrar los ser-vicios de préstamos
personales e hipotecarios entre otros.
Empecinados en acabar con las
organizaciones magisteriales, el gobierno y la empresa privada, orillados por
la profunda crisis económica que ellos mismos han generado, flotan sus manos y
se aventuran a saquear los recursos económicos que los maestros han depositado
en el Inprema.
El magisterio nacional, en el pasado
valiente enemigo del régimen y columna vertebral del movimiento de resistencia
popular, observa como todos sus derechos y conquistas, uno a uno, han venido
desmoronándose desde el golpe de Estado a la fecha.
La crisis de nuestro gremio, hoy tan
profunda, sólo puede subsanarse con la reorganización y la movilización
permanente del magisterio nacional. Para ello, es urgente cambiar la dirigencia
magisterial y colocar al frente de las mismas a compañeros y compañeras
plenamente comprometidos con las bases; es preciso reconocer que el actual
modelo sindical fracasó y que en respuesta a ello debemos crear un modelo sindical
más obrero y democrático, libre de vicios burocráticos; debemos emprender un
estudio a profundidad de todo el proyecto de contrarreforma educativa que el
gobierno lleva a cabo por consejo de los organismos financieros internacionales
y preparar una estrategia de lucha para recuperar lo perdido.
Es urgente reunir a la dirigencia
nacional en un Consejo Consultivo de carácter nacional para valorar cómo ha
reaccionado la base en todo el país; necesitamos determinar con precisión el
impacto financiero y gremial de esta reforma; necesitamos valorar el escenario
y las posibilidades que tenemos en la nueva composición política del Congreso
Nacional; necesitamos valorar el espacio legal, pero sobre todo, necesitamos
convencer a la base que la desaparición de sus organizaciones es lo peor que
nos puede pasar y eso no se puede permitir sin que le brindemos al magisterio
un espacio inteligente para la lucha; pero para ello necesitamos pensar y
construir desde ahora, en febrero será demasiado tarde, cuando venga febrero la
FOMH ya tiene que tener una estrategia fina en todos los terrenos, el
consultivo tiene que ser ya, lo más pronto posible; cada día que pasa es una
pérdida irreparable de tiempo; aquí nos estamos jugando la vida: o
desaparecemos o sobrevivimos, he ahí el dilema.