Por Ingrid Alfaro
El país ha sufrido
serías y profundas transformaciones en estos últimos cuatro años, sobre todo en
educación, seguridad, recursos naturales, derechos laborales por mencionar
algunos.
Estamos ante un
fortalecimiento de la institucionalidad burguesa que durante el período de
gobierno de Porfirio Lobo Sosa centró todo su poder en el Congreso Nacional y
en la figura política de Juan Orlando Hernández.
Empecemos por hablar
de la Ley de Plan de Nación y Visión de País aprobado en la última legislatura
del período 2006-2010 y que quedó en manos de Lobo-Sosa después de la toma de
posesión de enero de 2010, dicha ley contempla una visión del país para los
próximos 28 años, según los legisladores el objetivo de esta ley es la
participación ciudadana con poder de decisión, pero no es más que el
lanzamiento oficial de la reducción del gasto público por parte del Estado. El
ejemplo más claro es en educación donde la ley establece que en los próximos años
el 40% del gasto educativo debe estar en manos de las municipalidades, como resultado de esto se aprueba la Ley
Fundamental de Educación que implica la descentralización de las instituciones educativas.
Por otro lado, está pendiente para ser aprobada por el gobierno de Juan Orlando
Hernández La Ley de Educación Superior que concede autonomía a las
universidades privadas y les permite gozar del presupuesto estatal.
No bastando con la
privatización de los servicios públicos, esta burguesía también pone en venta
al país con las llamadas Zonas de Empleo y Desarrollo Económico mejor conocidas
como “Ciudades Modelo” y por otro lado, saquea los recursos naturales y bienes
culturales como la entrega de ríos y territorio ancestral para la construcción de
represas hidroeléctricas. La ley de Minería también es un atentado a la
soberanía del país ya que permite la concesión a otros Estados. Agreguemos a
todo lo anterior que nunca ningún gobierno había agudizado tanto la deuda
salarial, basta ver el caso del magisterio al que no solo le incumplen con el
pago de su salario sino que también modifican la ley de INPREMA que ya había
sido saqueada por el gobierno de facto en 2009. Aprueban la Ley de Empleo por
hora, que es una de las mayores burlas a lo que representa lo conquistado por
los trabajadores no solo en Honduras sino en el mundo entero.
Los paquetazos
estaban a la orden del día pero el que se lleva la corona es el paquetazo fiscal
con que Lobo-Sosa despide su gobierno, nos referimos a la “Ley de Ordenamiento de
las Finanzas Públicas, Control de las Exoneraciones y Medidas Anti evasión”, con
el objetivo de aumentar ingresos al estado y se calcula un ahorro en gasto
público de 16 millones de lempiras. Algunas de las nuevas medidas fiscales
implican aumento al ISV de un 12% al 15%, derogación de exoneraciones a la
importación de mercancías, aumento al impuesto de la importación de combustibles,
amplia la base del Impuesto sobre la Renta, reduce el subsidio de la
electricidad, entre otras. (Ver manifiesto del PST a la clase trabajadora
hondureña que aparece en este mismo número de “El Trabajador”).
Bajo el pretexto de
garantizar seguridad para la ciudadanía se da vida a “la Policía Militar de
Orden Público” ya antes se había recurrido bajo ese mismo pretexto a la
militarización de la sociedad, la “Ley de Escuchas” que permite el espionaje
sin orden judicial, la “Ley Anti terrorista” que criminaliza la protesta
social, creación de Fuerzas Especiales Tigres, como indicativo de un fortalecimiento
de las fuerzas represivas del estado con el objetivo de reprimir cualquier alzamiento
de protestas populares contra las nuevas medidas adaptadas por el régimen
democrático burgués.
En este punto nos
deberíamos de pregunta ¿Cómo es posible que todo esto pasara sin ninguna
oposición? La burguesía siempre va a buscar concentrar mayor poder, esto explica
por qué este gobierno se dedicó a intervenir, reprimir y destruir al movimiento
popular, los ejemplos más claros son el magisterio, sindicatos como el
SITRAUNAH, SITRAIHNFA, SITRAENP, la represión en el Bajo Aguán y Pueblos Originarios,
entre otros.