La crisis post
electoral generó pérdidas millonarias para el gobierno y la oligarquía
hondureña y para recuperarse de tremendos golpes, ha emprendido una
ofensiva feroz contra el pueblo.Y esta ofensiva del gobierno de
JOH lleva marcha perfecta, nos anotan un gol tras otro y no logramos
reaccionar, la Oposición parlamentaria no ve una en los curules, y ni
qué decir de la clase obrera o el Movimiento Popular, estamos dispersos y
no logramos detener ninguno de los ataques del gobierno y los
empresarios.
«El 2 de junio se registró el 7mo aumento a
los carburantes desde finales de abril» (Diario La Prensa). El galón de
combustible sobrepasa los 101 Lempiras. De igual forma los aumentos a la
energía eléctrica se registraron en 2 centavos el kilovatio por hora,
pasando de 3.72 a 3.74 Lempiras (Diario El Heraldo).
La
devaluación del Lempira frente al Dólar juega un papel importante, pues
las empresas privadas hacen sus cálculos en base al precio del dólar. El
29 de mayo se aprobó un grosero aumento en la tasa vehicular, el cual
se decía sería aplicado de acuerdo al cilindraje del vehículo pero no
fue más que una mentira, el aumento ha sido de más del 100% a todos los
vehículos. Llegando a pagar algunos vehículos más de 2500 Lempiras y
siendo estos vehículos con más de 30 años de circulación.
Este
viernes 6 de julio cientos de taxistas se apostaron en las salidas de
Tegucigalpa como una forma de protestar contra este abusivo incremento.Estos
aumentos se han vuelto el pan de cada día y esto repercute en un
aumento acelerado y sin control de la canasta básica, el transporte y
demás servicios públicos.
Este debe ser el momento del
Movimiento Popular y la clase trabajadora, reorganizar la lucha con una
dirección independiente de la Oposición parlamentaria, que busque la
caída del gobierno y echar atrás todos los paquetazos que exprimen los
miserables salarios de los hondureños.
En el PST estamos
convencidos que para detener toda la avanzada cachureca es necesario
construir un espacio que aglutine a los sectores en lucha y que este
vote un programa y un plan de acciones escalonadas hasta llegar a un
gran paro cívico nacional, una de las gestas organizadas en el 2008 por
un espacio combativo como lo fue la CNRP.
Sólo es mediante la
movilización de las masas que lograremos derrotar estos paquetazos.
Que sean los ricos quienes paguen los platos rotos y no los pobres que
sobrevivimos con salarios pírricos, mientras los funcionarios se recetan
aumentos salariales fuera de órbita.
Salgamos a las calles a
exigir un alto a los aumentos de los combustibles, el transporte, la
canasta básica y los servicios públicos. Exijamos un aumento general para la clase obrera y una reducción de salarios para los funcionarios.