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¡No a la política recolonizadora y xenófoba de Trump! |
El primero de mayo es un día para luchar y no
puede ser de otra manera, porque a pesar de ser las manos de los trabajadores
las que producen todo, su gran esfuerzo no se corresponde con sus condiciones
de vida. En Honduras el cuarenta por ciento de la población viven en la
indigencia, los hospitales públicos han colapsado, lo mismo pasa con educación,
y todos los servicios públicos, la violencia castiga a los más pobres y para
muchos no queda otra alternativa que irse del país; pero al mismo tiempo, los
banqueros, los exportadores y otros sectores de la burguesía prosperan como
nunca, principalmente los más allegados al gobierno
La calamidad en que vivimos tiene su
explicación en el funcionamiento del capitalismo imperialista, el Fondo
Monetario Internacional se ha convertido en el principal instrumento de saqueo
y control imperial, desde luego, con la efectiva cooperación del gobierno,
ellos decidieron la suerte de más de 20 mil despedidos del sector público, del
recorte de presupuesto a los servicios públicos, de la devaluación y de la
privatización de las empresas públicas y de nuestros recursos. Con la llegada
de Donald Trump a la Casa Blanca, esa política recolonizadora recupera el
acento profundamente guerrerista, xenófobo y antimigrante, para recuperar la
economía Norteamérica a costillas de la clase trabajadora de todas las
semicolonias.
El gobierno de Juan Orlando Hernández, baila
al son que el imperio le toque, su política económica se basa en su lealtad con
el FMI, en Honduras no hay dinero para medicinas, ni para las escuelas pero
nunca se retrasa el pago a la deuda, no se investiga a ningún corrupto pero se
entrega a cualquiera que pidan los gringos, ya van más de una docena de
extradiciones y tiene más de 30 en lista, según él propio Hernández está dispuesto
a entregar hasta sus hermanos, desde luego, a cambio de que el gobierno
norteamericano apruebe su plan reeleccionista.
Por inconcebible que parezca la candidatura
de JOH es un hecho, pero no lo ha logrado solo, la “oposición” es responsable,
por negociar cuotas de poder en vez de llamar a derrotarlo en las calles, como
lo hizo recientemente el pueblo paraguayo. Por el contrario, la política
traidora de las cúpulas y de varios “dirigentes populares” los empujó a una profunda
crisis y de paso les mojó la pólvora de su ruidosa Alianza electoral. Por eso,
desde el PST opinamos que, en este proceso electoral la clase trabajadora no
tiene por quién votar, ninguno de los partidos inscritos representa los
sagrados intereses del pueblo trabajador.
Lo anterior nos lleva a volver nuestra mirada a
la historia, hace cien años una gloriosa revolución socialista dirigida por el
partido Bolchevique, nos enseñó que, el hambre, el desempleo, el analfabetismo y
todas desgracias de la clase trabajadora, solo se pueden erradicar por la vía
revolucionaria, tomando el poder para arrancar de raíz las bases y
contradicciones del capitalismo; no es con reformas, ni con la tesis
estalinista de la revolución por etapas que, la clase trabajadora alcanzará la
libertad. La otra gran lección es que no es posible organizar la revolución sin
un partido revolucionario de obreros, independiente de la burguesía, con un
programa socialista y educado para la lucha directa contra la burguesía y sus
gobiernos. El PST le apuesta a un proyecto de este tipo y los invitamos
respetuosamente a todos y todas las compañeras de clase a conocernos y a
construir juntos esa alternativa, para que un día no lejano veamos al pasado
para saber cuánto hemos avanzado y como han cambiado nuestras aspiraciones