QUE DEFINA UN PLAN DE LUCHA EN UNA ASAMBLEA POPULAR NACIONAL
Por donde se mire, las posibilidades de impedir
la reelección en el Congreso Nacional y en la Corte Suprema, son escasas, sino
es que nulas. La oposición no tiene el número de votos necesario (86 votos)
para aprobar ni el plebiscito ni la moción de LIBRE que busca interpretar los
artículos pétreos. El Partido Nacional tiene todo el poder a su favor para
aplicar el ilegal fallo de la Sala de lo Constitucional y proceder a
reelegirse.
Las cúpulas de los partidos de “oposición”
burguesa (Liberal, PAC, LIBRE y PINU) lo saben, pero centran su oposición
presentando mociones y proyectos de Ley que nunca serán aprobadas, porque necesitan
aparentar ante su electorado que están haciendo “algo”; su fin es ganar perfil
de cara a las elecciones internas y primaras que se avecinan. Luego dirán que
“no se pudo” y pedirán al pueblo que apoye a sus candidatos(as) en las próximas
elecciones, aunque tengan todas las de perder frente al candidato gubernamental
pues este tiene el control absoluto del Estado. Esta forma de luchar contra la reelección es inefectiva, y se vuelve un
show electorero, hipócrita y demagógico.
No es descartable, como ha ocurrido en otras
ocasiones, que algunos de estos partidos finjan por ahora ser “opositores” para
después “dialogar” con el gobierno (léase: negociar migajas) y que su aparente
oposición solo sea una forma de venderse mejor. Lo demuestra el juego de la
cúpula del Partido Liberal, cuyos líderes gritan “No a la reelección” en las
calles, mientras sus diputados-as y magistrados apoyan al Partido Nacional para
que tenga poder absoluto en el Congreso Nacional y en la Corte Suprema.
Si no es por esa vía, entonces ¿cómo impedir
la reelección? Los estudiantes universitarios, los estudiantes de secundaria,
los indígenas del COPINH, los pobladores anti-represas de Atlántida y los
pobladores anti-peaje de San Manuel Cortes y El Progreso, han demostrado que
para hacer retroceder al gobierno y a la burguesía se necesita la más granítica
UNIDAD, la LUCHA POPULAR ORGANIZADA y el CONTROL DEMOCRÁTICO DE LAS BASES. Esa es la fórmula del triunfo.
Ningún partido opositor por si solo podrá
vencer al gobierno de JOH, que está bien atrincherado en el Estado. No hay duda que la UNIDAD es necesaria para
golpear con más fuerza. Sin embargo, las cúpulas de algunos partidos “opositores”
hacen lo contrario, nos dividen y actúan oportunistamente. Por ejemplo, el Movimiento
Indignado convocó a una manifestación unitaria el 5 de agosto pasado, pero la
cúpula del Partido Liberal convocó a otra partiendo de su propia sede, haciendo
una marcha que siguió su propia ruta. Por su parte, el Partido LIBRE ha
convocado a otra manifestación aparte el 19 de agosto, porque dice no juntarse
con “golpistas”. Pero si la razón fuera realmente esa ¿cómo es que se proponen una
candidatura única para co-gobernar junto a
los dirigentes golpistas del Partido Liberal, además del PAC y el PINU? Estas actitudes divisionistas lo único que
muestran es que no tienen voluntad para fortalecer la lucha de calle. El
PST coincide con algunos sectores de la Resistencia en rechazar a Romeo Vásquez
y a Roberto Micheletti en las manifestaciones, pero eso no significa negarse a juntarnos con las bases del PAC, del PINU e
incluso del Partido Liberal, pues en su mayoría son trabajadores que no desean
la continuidad de este gobierno.
Asimismo, al interior de LIBRE se ha desatado
una feroz crítica contra todo aquel que cuestione incoherencias de su líder
Manuel Zelaya, como las mencionadas. El único beneficiado con esta actitud
sectaria es el propio gobierno de JOH. En el fondo, lo que se oculta es el
acuerdo de Mel con JOH en favor de la reelección.
La lucha popular en las calles es necesaria
porque está en juego algo más que la continuidad de una persona. Para el PST la lucha contra la reelección
no solo es impedir que JOH o cualquier otro político burgués repita, sino que
tampoco se “reelija” o continúe la política neoliberal y represiva que se viene
aplicando desde el Golpe de Estado. Estar contra la reelección es estar en
contra de que continúen los despidos de empleados públicos, las alzas de
precios, la represión, las Ciudades Modelo, la militarización de la sociedad,
la corrupción, el despojo de comunidades por parte de las hidroeléctricas y
mineras, la privatización de empresas del Estado y de la educación pública, o
sea, la continuidad de la estrategia neoliberal. Por tanto, LUCHAR CONTRA EL
NEOLIBERALISMO DEBE SER PARTE DE LA LUCHA CONTRA LA REELECCION. Nuestra
política es hacer una oposición popular de conjunto tanto a los políticos
burgueses como a sus estrategias de gobierno neoliberales.
El PST llama a abandonar toda actitud sectaria
y divisionista de las fuerzas de la oposición para luchar contra el gobierno en
la calle. Llamamos a conformar un FRENTE
NACIONAL CONTRA LA REELECCION Y LA POLITICA NEOLIBERAL en el que nos aglutinemos TODAS LAS FUERZAS que estamos realmente
contra la continuidad del actual gobernante y de su modelo neoliberal. Exceptuamos
de ese frente a los golpistas como Romeo Vásquez o Roberto Micheletti Baín, justamente
repudiados por su rol en el Golpe de Estado, y también a la cúpula Liberal (no
a sus bases), mientras ésta última siga apoyando en los hechos al gobierno
cachureco. A los dirigentes liberales debemos exigirles primero que sus
magistrados y diputados den muestras reales de romper su alianza con el Partido
en el Gobierno.
Toda manifestación que sea organizada para
luchar contra la reelección, como la convocada por el FNRP-LIBRE para el 19 de
agosto, debe SER PARTE DE UN PLAN DE
LUCHA GENERAL Y UNITARIO que golpee los intereses económicos de la burguesía, con
paros, plantones, manifestaciones combativas, en camino a la huelga general, y
no una medida aislada ni excluyente de otros sectores. Asimismo, dicho Frente
y el Plan de Lucha deberían ser aprobados en una GRAN ASAMBLEA POPULAR NACIONAL, donde participen las dirigencias y
bases de todas las organizaciones populares, en especial de la clase
trabajadora. Ahí debe
aprobarse un planteamiento que recoja las más importantes demandas del
movimiento popular y no se limite solo a demandas electorales.
Dado en la ciudad de
Tegucigalpa, M.D.C., 16 de agosto de 2016