Domingo Godoy
Por fin las
direcciones del movimiento indignado se han encontrado y han iniciado un camino
de unidad de acción. Las organizaciones han comprendido que estamos en un punto
de inflexión de la lucha, hemos llegado al momento en que las vacilaciones
pueden hacer la diferencia entre el triunfo y la victoria.
Felizmente, el mes
de septiembre inició con un hecho inédito, la toma de la principal carretera
del país a la altura de Villanueva, Cortés, por los trabajadores del ZIP Búfalo
contra la nueva Ley del Seguro Social, y así sucesivamente también se dieron
acciones en diferentes puntos de la Zona Norte y Centro.
La incorporación
organizada de los trabajadores, es un ingrediente de enorme importancia y más
su método de lucha, porque golpea directamente el bolsillo de los empresarios.
Al gobierno no le importa la muerte de los trabajadores y sus familias en el
Seguro Social, pero si le preocupa que los empresarios no reporten pérdidas,
pues su función es salvaguardar los intereses de quienes financian sus campañas.
Eso explica porqué el mismo día salió corriendo por Cadena Nacional a tratar de
calmar las aguas, con la ayuda de la CGT.
A diario tenemos
importantes acciones, pero estas se dan de forma aislada y carente de
perspectiva. Es hora de unificar todas las luchas bajo un sólo programa y en
una misma acción a nivel nacional. Esto no significa descartar otras
manifestaciones, lo que decimos es que debemos organizar golpes fuertes,
sincronizados, preparados con tiempo, acciones que realmente paralicen el país y
afecte profundamente la movilidad del comercio, principalmente el flujo de
mercancías al principal puerto del país.
El ejemplo del pueblo guatemalteco
El hermano pueblo
de Guatemala nos ha dado tres lecciones que queremos resaltar. La primera es
que al gobierno se le puede vencer, la segunda nos dice no basta con denunciar
a los corruptos, es necesario meterlos a la cárcel empezando por el presidente
y demás funcionarios coludidos con el latrocinio del erario público y la tercera
lección es que la información precisa sobre los hechos, solo es decisiva cuando
hay detrás un pueblo movilizado dispuesto a llegar a las últimas consecuencias,
es decir, lo determinante para sacar del poder a estos delincuentes, es la
movilización llevada a otro nivel.
Lo anterior deja
claro que no podemos pensar en diálogos con nadie, ni en reducir el programa,
por el contrario, es urgente ampliar y jerarquizar los temas y profundizar la
lucha. Sólo así golpearemos como un solo puño y aumentaremos nuestra
posibilidad de victoria.
Nuestro programa unitario para el Gran Paro Nacional
El problema no se
limita al combate a la corrupción y a la impunidad, estos gobiernos deben caer
porque sus acciones condenan a muerte a la población, entregan nuestros
recursos al capital transnacional y están arrasando con los derechos de los
trabajadores, mientras los criminalizan por sus legítimas luchas.
Urge definir un
programa que unifique y movilice, desde
el Partido Socialista de Los
Trabajadores PST consideramos que el Gran Paro Nacional debe levantar el
siguiente Programa: 1. ¡Fuera JOH! 2. Juicio, castigo y confiscación de
bienes para los responsables del robo al Seguro Social y demás instituciones
públicas. 3. Derogación inmediata de
la Ley Marco del Sistema de Protección Social 4. No a criminalización de la protesta social, en particular de los
estudiantes, campesinos, mujeres y obreros 5.
¡Ley de Transformación Agraria, ya!
Con este programa
no se pretende abarcar todo, pues los problemas de la sociedad hondureña no
caben en cinco puntos, pero podemos a partir de ellos construir la unidad de
los sectores que vienen sosteniendo las luchas más importantes en los últimos
meses. Lo que no debemos hacer es convocar a una acción de esta envergadura por
un solo punto. El programa debe unificar y al mismo tiempo dar una perspectiva
más general, debe ser nuestra guía.
Por un espacios de coordinación de las luchas a nivel
nacional
Finalmente,
planteamos la necesidad de crear un espacio unitario a escala nacional, capaz
de continuar este proceso de movilización conjunta, que funcione con democracia
interna y busque la independencia política en la toma de decisiones. Esta es la
herramienta que vendría a sellar la unidad del movimiento, pues, no basta con
sacar acciones nacionales para unir las luchas, es preciso caminar juntos con
paciencia y tolerancia, confiados en que la experiencia misma y las victorias
nos fortalecerán. Definitivamente, no tenemos otro camino. Si no luchamos juntos
nos liquidarán por separado.