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Si la Central Única de Trabajadores no es para la lucha tendremos un fracaso más |
Andrés militante
El primero de mayo
tuvo como consigna central la necesidad de organizar una Central Única de
Trabajadores, este planteamiento se propone en una coyuntura caracterizada por
la total desmovilización de la clase trabajadora; los gobiernos nacionalistas
de Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández no han tenido oposición ni de
las centrales obreras, mucho menos de la dirigencia del FNRP-LIBRE. Han
existido acciones de valientes luchadores y luchadoras pero, por falta de
apoyo, han sido débiles y aisladas. En este contexto de desmovilización y falta
de oposición es muy progresivo organizar una Central Única de Trabajadores,
siempre y cuando, sea democrática y para la lucha.
Consideramos que
por el significado histórico que tiene el mes de mayo para la clase
trabajadora, fue propicio escoger la fecha del primero de mayo para
propagandizar con fuerza este planteamiento, al respecto, Ramón Amaya Amador en
el texto “El camino de mayo es la victoria”, sostiene que "La unidad de los trabajadores
es una demanda imperativa del espíritu de Mayo y no es casual que sean las
fiestas del 1o. de Mayo las que hayan comenzado ya a provocar el acercamiento
obrero y esto no es simplemente por un recordatorio como pudiera considerarse
a primera vista, sino por la fuerza poderosa del ideal revolucionario de Mayo
que en las condiciones actuales se va concretando como la fuerza principal y la
dirección principal en el proceso de desarrollo del pueblo hondureño”.
Ahora bien, para que
la nueva Central Única sea una herramienta útil para la clase trabajadora, ésta
debe ser totalmente diferente al estilo de conducción que ha prevalecido hasta
ahora en las centrales existentes; de lo contrario, lo único que haremos será
concentrar el poder de la burocracia traidora en una sóla central, de esta
manera, lo que podría ser cualitativamente superior se convertirá en un fracaso
más.
Para que esa Central
Única tenga perspectiva, el PST propone que sea electa en una gran asamblea
constituyente de bases; en ella deben participar las bases de la CTH, CGT y
CUTH y la primera tarea que deben emprender es elegir una nueva dirigencia; si
continúan los mismos este esfuerzo no servirá para nada.
No imaginamos una Central
Única dirigida por aquellos vinculados a la corrupción del IHSS, tampoco
imaginamos una Central Única dirigida por aquellos que han venido negociando
salarios mínimos de hambre, en fin, no concebimos una Central Única dirigida
por los mismos que durante décadas se han negado a luchar y por lo contrario,
han encontrado en los sindicatos su modo y estilo de vida. Amaya Amador, en el
texto ya citado nos advierte: “Para mantener esa victoria que
obtengáis, debéis ir a la unidad orgánica y mantener firme la unidad de acción
con los campesinos, con los artesanos, con los intelectuales progresistas, con
los estudiantes, con los maestros, con las mujeres, con todo el pueblo
demócrata que en esta hora está con vosotros en la jornada histórica, sin
vacilaciones ni componendas! Y también, no olvidéis a los traidores, a los
entreguistas, a los que la han querido hacer fracasar con maniobras o amenazas,
a la canalla anti obrera y antidemocrática. ¡No lo olvidéis para que en el
futuro no se os infiltren en las filas para obstruir el paso en el largo y
trabajoso camino que tenéis que recorrer!”
El PST propone que la
organización de esta Central Única debe estar sustentada políticamente en una
total independencia de los gobiernos de turno y de partidos oligárquicos
tradicionales, incluso de partidos como LIBRE que pregonan la reconciliación de
clases y con ello la colaboración entre el capital y el trabajo; Incluso el
nuevo proyecto de Central Única debe ser independiente de la misma Organización
Internacional del Trabajo (OIT) que no es más que un representante de la
burocracia internacional al servicio del imperialismo. Como dice Amaya Amador: “No hay que dejarse embaucar por los propagandistas oriteros,
"educadores" salidos de las escuelas del imperialismo,
"especialistas" del anticomunismo, cuando aconsejan y proclaman la
eliminación de la lucha de clases y la "colaboración" entre capitalistas
y trabajadores. Son paparruchadas. La "paz entre las clases", la
"colaboración de clases" y toda una serie de "teorías"
inventadas por los ideólogos del imperialismo no son en la realidad más que
amigazas para llevar adelante la explotación obrera sin ningún impedimento, sin
ninguna protesta. Lo podemos comprobar día tras día en las empresas donde los
sindicatos obreros están bajo la influencia de esos agentes antes enumerados”.
El PST considera que
el mejor homenaje a la heroica huelga bananera de 1954 en su 60 aniversario es
que la organización de esta Central Única este respaldada socialmente con un
plan de lucha estratégico que unifique a todos los trabajadores y sectores
populares contra el gobierno de JOH; la primera tarea de este plan de lucha
debe ser la convocatoria a un gran Paro Cívico Nacional de 24 horas, preparado
en las bases de las organizaciones. El Paro Cívico y el plan de lucha lo
entendemos como la plataforma desde la cual debemos avanzar hacia la huelga
general, a 60 años de la huelga de 1954 necesitamos una Central Única que
avance hacia la huelga general para fortalecer nuestra conciencia de clase y
recuperar todo lo perdido.