El PST LIT-CI propone una solución socialista y revolucionaria a la profunda crisis económica en que la burguesía mantiene hundida a Honduras. |
Por Domingo Godoy
El Partido
Socialista de los Trabajadores PST se opone rotundamente al plan del gobierno
de Juan Orlando Hernández para enfrentar la crisis económica que atraviesa el
país, el cual se fundamenta en terribles “paquetazos” a las clases desposeídas
y en la venta del patrimonio del pueblo hondureño a través de COALIANZA y las
“Ciudades Modelo”, siguiendo las directrices de los Organismos Financieros
Internacionales OFIs; en su lugar proponemos una salida socialista a la crisis,
la cual podemos resumir en los siguientes ejes:
No pagar la deuda externa pública, ni la deuda interna a la banca privada
El golpe de Estado
y el sostenimiento del régimen burgués ya le costó al país vastos recursos que
no tenía por eso se disparó el endeudamiento externo e interno. Según datos
oficiales, el pago del servicio de la deuda ya asciende al 42% del presupuesto
nacional, recursos que debemos invertir en educación, salud, seguridad y
generación de empleo. Por otro lado, la deuda es un instrumento de chantaje y
manipulación en la política de recolonización que saquea nuestros recursos y
explotar nuestra mano de obra. De ahí que, el no pago implica romper con el
Fondo Monetario Internacional. No es cierto que todos los países necesiten
acuerdos con los organismos internacionales de crédito, de hecho varios países
no lo tienen, y tampoco es cierto que eso nos separe de la comunidad
internacional, porque esa es una decisión de cada Estado. Al que considere que
pagar es un asunto ético, le respondemos que quien nos roba desde hace siglos
es el imperialismo y la burguesía nacional mediante métodos brutales. Entonces,
¿De qué ética hablamos? La ética burguesa mata de hambre a miles de
compatriotas para que la élite capitalista viva en la opulencia.
Para nosotros el
tema del NO PAGO DE LA DEUDA es una decisión eminentemente política, es un eje
central de nuestra política antiimperialista, tanto, como el rechazo a las
“Ciudades Modelo”, las bases y los ejercicios militares en nuestro territorio.
Expropiación de la burguesía nacional y extranjera
Esto implica
derogar de forma inmediata todas las concesiones, fideicomisos, “Ciudades
Modelo”, venta de recursos naturales y empresas estatales, clausurando
COALIANZA. Pero la medida definitiva es la expropiación de las empresas
estratégicas, como es el caso de las telecomunicaciones, la industria, la
banca, los latifundios, las agro-exportadoras, etc. No basta con fortalecer el
Estado capitalista para ampliar y mejorar los servicios públicos, si bien, eso
sería progresivo dada la instauración de la nueva etapa neoliberal post golpe,
es equivocado pensar que mediante reformas podamos avanzar hacia la liberación
definitiva de la clase trabajadora, por eso la lucha estratégica es la derrota
del Estado capitalista golpeando su corazón: la propiedad privada de los medios
de producción y poniendo las fábricas y empresas bajo el control obrero. Hasta
ahora lo que se ha practicado es lo contrario, el despojo de las tierras y el
trabajo a millones de personas y esa expropiación sangrienta es la que ha concentrado
la riqueza en manos 214 multimillonarios en este país, por eso es más que
legítima la expropiación de la burguesía.
Control del
comercio desde el Estado
En este punto,
toma importancia el rol que el país cumple en la división internacional del
trabajo. Después de la república bananera, vinieron los productos no
tradicionales y las maquilas, su rotundo fracaso produjo el éxodo de
compatriotas o exiliados económicos como expresión de la destrucción de nuestro
aparato productivo, por eso es imperativo romper con la economía capitalista.
Es el Estado bajo principios socialistas quien debe controlar las importaciones
de productos de primera necesidad, garantizar la soberanía alimentaria, dando
tierra, apoyo técnico y financiero al campesinado. De esa forma se crea el
empleo para el 50% de la población y se pueden desarrollar los demás sectores
de la economía para terminar la desocupación. Resolviendo el problema agrario,
es preciso desarrollar los demás sectores particularmente la industria, y
establecer las relaciones comerciales conforme a las necesidades de toda la
población y no del capital.
Planificación
El Estado debe
planificar el desarrollo de la economía a partir de las necesidades de las
personas, lo cual no tiene nada que ver con la restructuración de la Secretaría
de Planificación, y menos con el Plan de Nación “Visión de País” como lo
requiere el sistema capitalista en su versión neoliberal, sino de una
planificación donde el trabajo y la riqueza sean un derecho de todos y todas.
En Honduras el problema no es la falta de recursos, de hecho tenemos todo lo
necesario: fuerza de trabajo, capital financiero, suelo fértil, bosque,
minerales, incluyendo petróleo, etc. el problema son las fuerzas que los
controlan; para nadie es un secreto que las familias más poderosas se han
enriquecido saqueando las arcas del Estado y usado sus instituciones para
explotar cada día a la clase trabajadora. Por eso al final del día todo se
resume en un solo problema: el control del poder político de la clase
capitalista, la única interesada en sostener una producción anárquica y un
pueblo hundido en la miseria y en la ignorancia.
Finalmente,
subrayamos que esta política solo puede ser impulsada por un gobierno obrero,
campesino y popular. De ahí que, en este momento las tereas estratégicas se
resumen en la movilización contra el nuevo régimen y la organización popular de
la manos de un núcleo de dirección capaz de levantar un programa socialista
hasta la toma del poder de la clase trabajadora, ese el propósito del PST y hacemos
el llamado a todos los luchadores y luchadoras populares a construir un gran
partido a nivel nacional para conducir a las masas a la victoria.