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Los estudiantes universitarios combatieron con valentía el fraude electoral, de la misma manera tienen que defender la autonomía de la UNAH |
Esteban Sánchez
La reelección de la rectora ha generado opiniones en favor y en contra.
Desde el PST consideramos que asistimos ante un reordenamiento de la estructura
hegemónica en la UNAH; situación propicia para la continuidad de los planes de
privatización iniciados años atrás.
¿Cómo se presenta este reordenamiento?
La Rectora Julieta
Castellanos, salió fortalecida después de su reelección, esto se debe a tres
factores: 1. El “prestigio” obtenido por su papel en el fortalecimiento del
régimen golpista 2. Las inversiones en infraestructura realizadas en la UNAH,
3. Su política de debilitar al SITRAUNAH, ADUNAH y la
organización estudiantil. En ese contexto es que fueron electas las nuevas
autoridades en todos los niveles.
El papel de Julieta
Castellanos en la
UNAH.
Es preciso mencionar
que todo rector de la UNAH será continuador de las políticas del Fondo
Monetario Internacional (FMI) impuestas por el imperialismo. Julieta
Castellanos no ha sido la excepción,
veamos algunos ejemplos; el servicio de seguridad se ha privatizado casi en su
totalidad, los post grados son inalcanzables para el bolsillo de quienes egresan,
se mantienen los cobros de todo tipo de trámites; existe el riesgo de ser aprobado
un nuevo plan de arbitrios con la justificación de recuperar lo invertido en
infraestructura que asciende a 1,000 millones en 2013; El 6% nunca llega
completo y Julieta Castellano es cómplice directa de esta política, sobre todo
porque sólo 50% de los fondos estatales son transferidos, este dato nos debe
llamar la atención debido a que la falta de financiamiento es un factor clave
en la privatización de instituciones públicas.
En cuanto a las
condiciones de precariedad que soporta el estudiantado, de mencionarse que el
principal eje de la política de la burguesía es limitar el acceso de estudiantes
a la UNAH. En 2014 75 mil estudiantes han sido rechazados por el examen de
admisión; casi 11 mil por año desde 2006, sumado a esto, miles se quedan en
listas de espera sin mayores esperanzas de matricular al menos una asignatura,
cientos reciben clases en el suelo con docentes mal pagados (la mayoría contratados
por hora y sin derechos de seguridad social).
Por otro lado, la
táctica de la burocracia conducida por Julieta Castellanos, es limitar la
capacidad de los gremios para resistir los ataques a sus derechos laborales y
la lucha contra la privatización de la UNAH. En 2009 Castellanos asestó un duro
golpe a la ADUNAH cuando esta exigía aumento de salarios, la huelga de dos
meses fue derrotada y hasta el momento la asociación de docentes no se recupera;
el mismo año el SITRAUNAH exigió la firma del contrato colectivo, entre otros
aspectos; el Sindicato se fue a la huelga y en plena lucha contra el golpe de
Estado la rectora inicia acciones “legales” ante los tribunales y una parte de
la dirigencia sindical pasó a la clandestinidad.
Su relación con el
régimen autoritario de Lobo-JOH
Julieta castellanos
ha sido una de las figuras públicas que más ha contribuido a estabilizar el régimen,
para el caso, en materia de seguridad Julieta Castellanos encabezó el proceso
de militarización de la sociedad fortaleciendo los aparatos represivos de
Estado con una careta de depuración que no existe; convirtiéndose en la madrina
“bonachona” de la policía tigre y la policía militar de orden público.
Desde que Julieta
Castellanos asumió la administración del Hospital Escuela, continúan los actos
de corrupción y el desabastecimiento de medicamentos. En cuanto a educación, su
rol en la aprobación de la Ley de Educación Superior (LES) es crucial y este hecho
está directamente relacionado con el apoyo que la bancada del Partido Nacional le
otorgó al momento de reformar la Ley Orgánica (lo que le permitió reelegirse);
así mismo, el Concejo Universitario le encomendó posicionarse en contra de la
Ley Fundamental de Educación y no lo hizo.