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Huelga de transportistas, Julio 2018. |
Honduras
se encuentra sumergida en una de las peores crisis económicas que ha
conocido nuestra historia. Una caravana de más de 7,000 compatriotas
caminan huyendo de la miseria, pobreza y muerte que impera en nuestro
país. Una situación como la que vivimos solo se explica porque aquí está
instalada una abierta dictadura que no respeta ni los derechos humanos
más básicos, como el derecho al empleo, la salud, educación e incluso el
derecho a la vida se ha convertido en una lucha por sobrevivir. Este
régimen tiene sometido al pueblo hondureño, gracias, claro, al apoyo del
imperialismo y de los aparatos de represión estatal.
Pese
la situación de postergación y miseria, la luchas no desaparecen. El
mes de julio pasado, el pueblo hondureño, fiel a su espíritu de lucha y
rebeldía, acompañó en duras jornadas de protesta a los trabajadores del
transporte público, quienes en un arranque de inconformidad, se
levantaron a protestar contra el aumento al combustible. Y es que estos
aumentos se viene aplicando cada semana, bajo una trillada justificación
del gobierno, quienes rezan que el aumento se realiza basado en los
precios internacionales del petróleo. Una vil mentira, pues lo precios
de los combustibles a nivel internacional se encuentran en uno de los
puntos más bajos de los últimos años.
La
respuesta de los trabajadores del transporte público fue el bloqueo de
las principales arterias viales del país durante varios días. Después de
varias acciones a nivel nacional que colapsaron muchas ciudades, un
grupo de “dirigentes” del transporte, ligados al partido de gobierno,
que supuestamente venían negociando con el gobierno una rebaja al precio
de los combustibles, negociaron bajo la mesa, a espaldas de sus bases, y
de manera unilateral, decidieron bajar los brazos y llamaron a
suspender todas las acciones de protesta en las calles. Dicho acuerdo
causó la incomodidad de muchos sectores de base del transporte.
De
la traición que realizó la dirigencia del transporte en coordinación
con el gobierno de JOH, el pueblo sacó la peor parte. La tan ansiada
rebaja en los precios del combustible no se logró y, por el contrario,
lo que se pactó fue un aumento paulatino de los precios del pasaje a
todos los usuarios.
Este
aumento ha venido a dañar seriamente la ya muy golpeada economía de la
clase trabajadora, y de los sectores pobres que hacen uso del transporte
público. Cada vez que JOH hace un movimiento, menos pan queda sobre la
mesa de las familias hondureñas.
Aumentaron
todas las modalidades del transporte en el país. Taxis colectivos,
buses interurbanos, y hasta las mototaxis comenzaron desde hace meses a
cobrar una tarifa más alta. Y desde el pasado 1 de diciembre, volvieron a
aumentar, tal como se había pactado en el acuerdo con el régimen de
JOH.
Este
aumento del pasaje del transporte público sólo viene a beneficiar a los
grandes empresarios del transporte, a las gasolineras, y al propio
gobierno de JOH que logró detener una lucha que le resultaba una piedra
en el zapato. Y es que hasta los subsidios destinados para los
trabajadores del transporte público, rara vez llega a los choferes y
ayudantes, pues son siempre los dueños de las unidades quienes se lo
apropian. Ningún beneficio sacó el acuerdo, ni para trabajadores del
transporte, ni para los usuarios.
Ante
esta perversa unidad de empresarios del transporte y el gobierno de
JOH, es urgente que todos los que nos vemos afectados por este aumento
nos unamos también en la lucha, y exijamos al unísono, una rebaja
inmediata a los precios de los combustibles para que bajen, también, los
precios de la canasta básica familiar.
También exijamos un retroceso al aumento de precios del transporte
público en todas sus modalidades, y una boleta especial estudiantil para
que las y los estudiantes puedan transportarse a sus centros de estudio
a precios subsidiados por el Estado hondureño. Para esto, urge la
unidad de todos los sectores de la población, especialmente los obreros,
sindicatos, trabajadores del transporte y estudiantes. Que estos
espacios de unidad y lucha, sirvan como palanca para avanzar mucho más
allá, hacia la unidad nacional de la clase trabajadora para sacar a JOH
de silla presidencial, y acabar así, con esta tan odiada dictadura.