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JOH convocó a un "Diálogo Nacional" entre abril y marzo 2016* |
En
una maniobra constitucional, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) mediante
sentencia allanó el camino para la reelección consecutiva de Juan Orlando
Hernández, contradiciendo el texto expreso de la constitución que la prohibía: “el
ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser
elegido presidente de la República o Designado presidencial”. Agrega que
quienes violen esta disposición o proponga una reforma serán cesados de sus
cargos y quedarán inhabilitados por 10 años para ejercer cualquier función pública.
Pero
el afán de perpetuarse en el poder no es exclusivo de JOH, también Manuel
Zelaya Rosales padece de ánimo vitalicios por regresar y ya prometió participar
en el próximo torneo electoral. Cada uno de los partidos de la oposición han
criticado la posible reelección de JOH como antidemocrática e inconveniente. Frente a los medios de comunicación señalaron
que este tema ha relegado asuntos vitales para el país. Hay quienes piensan que
un segundo mandato de JOH sería “un error para la democracia”. No obstante, la oposición
parlamentaria en un sinnúmero de ocasiones demostró ser incapaz de frenar los
excesos del Gobierno. Más bien se han contribuido al relanzamiento del modelo
neoliberal en el país: apoyaron las Ciudades Modelos, saludaron la creación de
la Policía Militar del Orden Público, guardaron silencio cómplice en el despido
de miles de empleados públicos y respaldaron el acuerdo “stand by” que el
Gobierno suscribió con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El
problema de si JOH o cualquier otro individuo se reelige o no, es una falsa discusión.
Finalmente, con o sin el candado impenetrable de la no reelección, el
bipartidismo forjó durante más de un siglo un país sobre la base de un proyecto
capitalista común que garantizó que un puñado de familias oligarcas se
adueñaran de la riqueza del país en detrimento del hambre y la angustia de las mayorías.
Es decir, los hombres al frente del Poder Ejecutivo cambian, pero la
continuidad burguesa del país nunca estuvo cuestionada.
Es
por eso que desde el PST consideramos que oponerse a la reelección es mucho más
que impedir que quienes ya fueron presidentes puedan volver a postularse,
tenemos que ver en qué contexto y a qué proyecto obedece, la gran tarea es
derrotar el modelo de hambre y miseria contra los trabajadores que no ofrece y
que al mismo tiempo garantiza las inmensas ganancias de los inversionista
nacionales y extranjeros. Desprovisto de este contenido, el debate es un show
electorero que solo sirve para desmovilización a las masas.
*http://www.laprensa.hn/honduras/935202-410/pac-se-suma-a-di%C3%A1logo-con-el-presidente-juan-o-hern%C3%A1ndez
Artículo publicado en el periódico El Trabajador edición N. 119. página 3 y 4.