Por Juan Romero
El
29 de abril se celebraron los cien años del natalicio del novelista y
militante revolucionario Ramón Amaya Amador, originario de los campos
bananeros de Olanchito, Yoro. En esta ocasión no nos detendremos en
datos biográficos, ni en el análisis de sus obras literarias, sino más
bien nos ocuparemos específicamente de una de sus obras cumbres, quizá
el ensayo político más importante del novelista “EL CAMINO DE MAYO ES
LA VICTORIA”. En este ensayo Amaya Amador establece conclusiones sobre
la Gran Huelga de los obreros bananeros de 1954, haciendo una
caracterización del proceso, llevando incluso a describir teóricamente
las implicaciones políticas y sociales de aquella gran hazaña de la
clase obrera hondureña. Establece una tesis central que literalmente
plantea; “Mayo lleva impresa hacia el futuro la huella luminosa de una
gran victoria de los humildes. Mayo es un camino de luchas con la
perspectiva de grandiosos éxitos para el pueblo hondureño. Mayo es ya un
ideal, un programa y un método revolucionario para la acción de masas
por reivindicaciones de clase y por la liberación nacional.” De aquí
podemos partir para considerar la vigencia de esta tesis 60 años después
de que fue planteada por su autor.
En la actualidad la clase
trabajadora de este país enfrenta quizá el sufrimiento más agudo y
tortuoso que haya vivido en los últimos 60 años. Grandes capas de la
población sin empleo, ningún acceso a servicios de salud dignos, la
precarización de la educación pública y los niveles de violencia y
criminalidad insostenibles. Estas circunstancias plantean la necesidad
de poner en primer orden los objetivos del Camino de Mayo y levantar de
nuevo el programa de reivindicaciones, que producto de la profundización
del modelo neoliberal todas las conquistas logradas en 1954 fueron
desaparecidas mediante sendas leyes y decretos.
Ramón Amaya
plantea; “Sería falso y utópico ponerse a esperar soluciones positivas
por otra vía que no sea la lucha proletaria” Nos preguntamos; ¿Es válida
aún esta conclusión? Y sin dudarlo un solo instante respondemos
firmemente que SÍ es válida hoy más que nunca. La idea de que la clase
trabajadora debe reorganizarse, revigorizar su lucha, echar fuera de su
dirigencia a la burocracia sindical corrupta y cómplice de los patrones,
plantearse un nuevo modelo de sindicalización abandonando el sindicato
de empresa y fortaleciendo el sindicato de industria, volviendo a los
métodos de lucha propios de los trabajadores; los paros, asambleas,
piquetes, y su arma más grandiosa la huelga general, que aunque la
mayoría de las corrientes de izquierda vinculadas al partido Libertad y
Refundación catalogan como utópica e imposible sigue siendo la gran
salvación ante la triste vida de los obreros y obreras.
Otra
enseñanza de Amaya Amador es la independencia que deben guardar las
organizaciones de los trabajadores y trabajadoras, y la expresa en
pocas líneas; “vencer sin necesidad de ser obligatoriamente un apéndice
de los partidos tradicionales”…“enseñando a los trabajadores la
posibilidad de un asalto al cielo, la posibilidad de ser un día no
lejano la clase gobernante del país”. Esta tesis dice simplemente que
los trabajadores deben confiar en sus propias fuerzas, organizar
partidos políticos con un programa revolucionario que exprese las
necesidades históricas de la clase obrera y sus aliados, y
fundamentalmente proponerse tomar el poder y construir una alternativa
al capitalismo no solo dentro de las fronteras del país, esa alternativa
es EL SOCIALISMO científico que planteó Carlos Marx.
Desde el
Partido Socialista de los Trabajadores PST LIT-CI, nos proponemos
construir esa alternativa y le invitamos a usted a participar en esa
gran tarea.