Por Kely
Estefanía Núñez
Hace 60 años la historia hondureña registró
un hecho que marcó un cambio trascendental en la situación política de las
mujeres. Hablamos de la obtención de su derecho al voto mediante decreto N° 30,
en enero de 1955. Es en honor a esta fecha que cada 25 enero se conmemora el
día de la Mujer hondureña.
Una ola
internacional que no tardó en llegar a Honduras
Es a finales del siglo XIX e inicios del XX
que en el mundo entero las mujeres, producto de sus luchas, comienzan a
conquistar su derecho a educación, carreras profesionales y el derecho al voto.
Es la Rusia Soviética la primera nación que otorga la igualdad política a las
mujeres y el primer país en elegir a una mujer a cargo de elección popular.
Tres años después de la Revolución Rusa de 1917, EE.UU. se ve sacudida por enormes
movilizaciones del movimiento sufragista y éstas terminan conquistando su
derecho al voto. Esta atmósfera de luchas también llegó a América Latina. Las
mujeres rápidamente conquistan el derecho al voto en nuestro continente. Es
Ecuador el primero en 1929, luego le siguió El Salvador en 1939 y ya para 1952
eran 13 los países que reconocían los derechos civiles y políticos de la
mujeres.
Honduras vivió desde 1948 las primeras
solicitudes por el derecho al voto, pero desde el Congreso Nacional y cobijados
bajo el lema “Las mujeres para la casa y
no para la política”, negaron constantemente esta petición. Es producto de
la presión de movimientos de mujeres como la Federación de Asociaciones de
Feministas de Honduras FAFH, la Asociación de Mujeres Universitarias, el Frente
Femenil Pro-Legalidad, y principalmente enmarcados en la ola revolucionaria que
sacudía el país desde la Huelga Bananera de 1954, que por unanimidad el
Congreso Nacional vota a favor del sufragio para las mujeres.
Medio siglo
después y a un año del gobierno de JOH, la opresión y explotación de la mujer
continúa
60 años han pasado de este gran logro, pero
la participación política de las mujeres sigue siendo minoritaria en todos los
sentidos. Según el TSE y el INAM, sólo el 27% de los puestos a diputaciones y
regidurías lo ocupan mujeres y sólo el 6% de las alcaldías están dirigidas por
féminas. Estos datos reflejan que a pesar de la conquista del derecho electoral
para las mujeres, éste no suprimió su esclavitud en la familia y la sociedad. Por
eso vemos que a las mujeres, y principalmente a las pobres, se les sigue
limitando su participación política debido a la existencia del yugo machista.
Cada año las estadísticas revelan que las
mujeres vivimos en una situación constante de desigualdad. Según datos del INE,
las mujeres son sólo el 18.9% de la población económicamente activa y junto a
la juventud representan la mayoría de la población desempleada. Todo esto a
pesar que un 32% de los hogares son llevados a solas por mujeres. A un año del gobierno
de JOH la situación no promete mejorar; éste ha sido incapaz de esclarecer los
femicidios que tienen una tasa de impunidad igual al 90% y a pesar que la
Secretaría de Seguridad asegure una disminución del 18% en femicidios, organizaciones
de mujeres y de DD.HH. confirman que, por el contrario, los asesinatos van en
aumento.
El gobierno de JOH mediante políticas
asistencialistas como el bono 10,000 y el programa “Vida Mejor” asegura ayudar
a las mujeres hondureñas, pero contradictoriamente aprueba la reducción del
presupuesto en sectores como salud y educación donde las más afectadas son las
mujeres pobres, quienes son las socialmente responsables del hogar y los hijos,
y sobre las que caerán estos groseros recortes.
La lucha
continúa, unidad y movilización a favor de las mujeres
Las mujeres aún tenemos mucho porqué luchar.
A diario sobrevivimos a una sociedad que sólo brinda violencia, desempleo,
discriminación y miseria. Desde el PST
estamos convencidos de que la situación de la mujer trabajadora refleja
claramente la situación del proletariado en su conjunto. Es urgente la unidad
de hombres y mujeres contra el machismo, la explotación y el patriarcado; sólo así, hombres y mujeres
podremos gozar de plena igualdad. Urge ganar a las mujeres pobres para el
camino de la revolución social, que ningún asistencialismo nos robe a las
luchadoras más fuertes de las filas de la revolución proletaria. A un año del
gobierno de JOH y en el día de la mujer hondureña, movilicémonos también por
las demandas más sentidas de las mujeres.