Por Kely Estefanía Núñez
Desde
1981, año en que el 1er Encuentro de Feministas de América Latina y el Caribe determina
el 25 de noviembre como el día internacional de la no violencia contra la
mujer, en todo el mundo se celebran actos, movilizaciones y todo tipo de actividades
en torno a exigir a los gobiernos la erradicación total de la violencia
psicológica, sexual, laboral y de todo tipo de violencia que a diario sufren
las mujeres. Honduras no es la excepción y distintas organizaciones de mujeres
junto a la clase trabajadora se movilizaron en distintas partes del país este
pasado 25 de noviembre.
Femicidios y violencia aumentan, la impunidad continúa
Honduras
el país más violento del mundo también se disputa los primeros 5 lugares de
países más machistas. Con una tasa de homicidios de alrededor de 598 muertos
por mes, y según datos del observatorio de violencia de la UNAH por cada cien
mil habitantes son asesinadas 14,6 mujeres, lo que coloca a Honduras como el
país con la tasa de femicidios más alta, desplazando a México y Guatemala.
Según CONADEH, desde el año 2002 hasta octubre del 2014 han perdido la vida de
forma violenta 4,283 mujeres y en los últimos 6 años se estima que el promedio
de impunidad anda en 93.5%.
Por
otro lado del total de mujeres hondureñas, el 27% afirma haber sido víctima de
agresión por lo menos una vez en su vida. Para el 2012 el observatorio
estadístico del Ministerio Público reportó más de 16,000 denuncias por
violencia contra las mujeres, siendo la violencia doméstica y la intrafamiliar
las mayoritarias (74.6%) y a ésta le siguen los delitos sexuales (20%), donde
el 70% de los sospechosos son hombres. Las principales víctimas suelen ser las
mujeres más jóvenes ya que entre el 40% y 43% de asesinatos andan entre jóvenes
de los 20-24 años de edad.
Las mujeres pobres son las más afectadas
A
finales de septiembre en Tocoa, Colón una mujer fue asesinada por un hombre que
intentaba violarla, éste irrumpió en su casa construida de palos y plástico
mientras ésta amamantaba a su hija, seguramente de haber tenido una casa segura
y digna, Ingrid, la víctima, no estaría muerta.
Por la tercera semana de noviembre una obrera de la maquila de Choloma
fue secuestrada por una patrulla de la Policía Militar, la mujer relata haber
sido violada por ocho militares. Y quién no conoce del asesinato de Miss
Honduras y su hermana en manos del novio de la última, quien fue declarado
culpable por el delito de femicidio luego de varios días de investigación. A
las hermanas Alvarado se les hizo justicia, pero, ¿hubiese sido igual sí María
José Alvarado no hubiese sido Miss Honduras? La respuesta es no, ya que este no
ha sido el trato que se le ha dado a
todos los casos de asesinatos y violencia hacia las mujeres que aún siguen en
la impunidad.
Por
otro lado la creciente violencia y desempleo en el país es una de las
principales causas de las migraciones de mujeres pobres al extranjero, que en
su doloroso camino a los EE.UU. se ven sometidas a violencia sexual,
explotación laboral como la prostitución y a labores domésticas forzada sin
importar si se trata de niñas, adolescentes o mujeres adultas.
Obreras
de la maquila en una constante violencia laboral
La
violencia hacia la mujer también se expresa por discriminación y precariedad
laboral y tal es el caso de las obreras de la maquila, uno de los principales
empleos de mujeres junto con el trabajo doméstico. Aquí las condiciones
laborales son totalmente deshumanas, consideradas incluso como esclavitud
moderna, sin estabilidad laboral ni derecho a la sindicalización. Las obreras
de la maquila deben ser sometidas a pruebas de embarazo, límite de edad y
estado civil para ser contratadas. Tampoco se respetan las licencias de
maternidad ni los tiempos de lactancia, mucho menos tienen derecho al IHSS y
para colmo son sometidas a extensas jornadas de trabajo. Situación similar
viven las empleadas de las comidas rápidas que con la nueva ley de empleo por
hora se ven obligadas a renunciar a derechos como la licencia de maternidad y
afiliación al IHSS. Además en Honduras la fuerza laboral femenina recibe un 17%
de salario menor con respecto al hombre.
Combatamos la impunidad el machismo y la explotación
Desde
el PST exigimos el cese de todo tipo de violencia hacia las mujeres y
reiteramos que la sobreexplotación, discriminación laboral son otro tipo de
violencia que el estado promueve al no brindar ningún tipo de protección real a
las mujeres y dejar en impunidad a los asesinos, agresores y violadores de
mujeres. Condenamos la reducción de presupuesto en salud y educación que también
tiene consecuencias drásticas sobre la vida de las mujeres. Mientras en la
sociedad las mujeres sigamos en desventaja, más difícil será erradicar el
machismo impregnado en un país tan retrasado como el nuestro. Además el combate
al machismo resulta primordial para fortalecer la unidad de hombres y mujeres
de la clase trabajadora por mejores condiciones de vida. Por eso urge que
fechas como el 25 de noviembre se conviertan en días de luchas fuertes y
decisivas que sean abrazadas por todo el movimiento popular a favor de la vida
y derechos de las mujeres. Por último,
llamamos a las mujeres a construir junto con nosotros una alternativa socialista
para las mujeres, a construir un partido revolucionario que sea aliado de las
mujeres y sus luchas. Compañera estudiante, campesina, obrera, maestra, venga
al PST y luche por el socialismo el único sistema capaz de emancipar por
completo a la mujer.
¡Por la vida de las mujeres! ¡No más Impunidad!
¡No más violencia laboral! ¡Derechos plenos para las trabajadoras! ¡No a
la sobreexplotación y discriminación!
¡Contra la desigualdad salarial!
¡Juicio y castigo para los asesinos, agresores y violadores de mujeres!
¡No a la reducción de presupuesto en Salud y Educación!
¡Por la unidad de la clase trabajadora,
combatamos el machismo!