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La ACEU se debe construir democráticamente desde las bases estudiantiles |
Por: Ovet Córdova
Desde hace cuatro años el movimiento
estudiantil de la UNAH viene impulsando la convocatoria a la Asamblea
Constituyente Estudiantil Universitaria (ACEU) con el objetivo de resolver el
problema de la ausencia de representantes estudiantiles electos
democráticamente ante los Órganos de Gobierno de esta casa de estudios.
Los métodos con los que proceden las
autoridades de la UNAH se asemejan más a los de una dictadura que a los que
deberían de reinar en la máxima casa de estudios de un país. Esto se puede
constatar observando el acuerdo CT-89-2006 que impuso la Comisión de Transición
en junio de 2006. Con este acuerdo desconocieron las elecciones estudiantiles y
dejaron sin representantes a la comunidad universitaria desde ese año hasta la
actualidad. Son ya ocho años sin representantes estudiantiles democráticos en
los cuales la burocracia ha gobernado a su antojo; mismo período de tiempo en
el cual ésta han venido imponiendo una serie de medidas que afectan directamente
al estudiantado, como la exclusión de 80 mil jóvenes a través del examen de admisión,
cobros por servicios administrativos, derecho de graduación y la privatización
del servicio de seguridad. Sin duda alguna, la ansiada privatización de la UNAH
es el principal motivo que mueve a las autoridades para mantener la autocracia
a lo interno.
Durante el último y fracasado proceso
electoral del año 2011, la burocracia buscó apoyo en los desprestigiados
Frentes Estudiantiles -FRU, FUR y FUUD- elaborando un Reglamento de Elecciones
Estudiantiles favorable a los Frentes; incluso asignándoles una partida
presupuestaria de 6 millones de lempiras. El rechazo del grueso de los
estudiantes fue rotundo y se caracterizó en dos tipos de respuesta:
En primer lugar los estudiantes se
movilizaron contra las elecciones e hicieron distintos tipos de manifestaciones
llegando a su tope con la toma de la UNAH VS en noviembre del mismo año, esta
toma fue precedida de una asamblea de 1,500 estudiantes.
En segundo lugar, desde el movimiento
estudiantil se planteó la iniciativa de impulsar la ACEU como la propuesta más
democrática para que los estudiantes desde las asociaciones de cada carrera
pudieran organizar las instancias necesarias para realizar elecciones
verdaderamente participativas. La respuesta fue impresionante: 19 mil
estudiantes firmaron la petición que le exige al Consejo Universitario
(máximo órgano de gobierno de la UNAH) que convoque a la instalación de la
Constituyente Universitaria, como lo establece la ley. La burocracia no convocó
a la Constituyente y tampoco realizó elecciones democráticas, por el contrario,
se impuso por sobre los estudiantes y terminó imponiendo “representantes” de
“dedo”.
Todo parece una gran derrota del movimiento
estudiantil, sin embargo, las jornadas de lucha del 2011 dejaron muy
desprestigiados a los frentes estudiantiles ante las bases y muchos pudieron
confirmar lo que veníamos sosteniendo: la burocracia y Julieta Castellanos no
son unos demócratas, sino, una casta de autócratas y privilegiados que impulsan
por cualquier vía el camino de la privatización de la universidad.
Han pasado algunos años, pero todavía
persiste la vigencia y la necesidad de la Constituyente Universitaria. Sólo los
estudiantes desde sus organizaciones de base -las asociaciones de carrera-
pueden auto convocarse para refundar los organismos de gobierno y
representación estudiantil. La ACEU es un derecho irrenunciable de la comunidad
universitaria, los movimientos estudiantiles deben articularse para reclamar
los derechos democráticos y políticos que han sido usurpados por los
burócratas.
Luchemos por elecciones democráticas, contra
la política de privatización y por la Constituyente Universitaria organizada
desde las bases estudiantiles.