Por Allan Núñez.
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“Atlas” de Darvin Rodríguez, de la serie Personajes de acción. |
"A la civilización capitalista no hay que verla en las
metrópolis, donde va disfrazada, sino en las colonias, donde se pasea desnuda"
CARLOS
MARX.
Creo que pocos
pondrían en duda la necesidad actual que afronta la gráfica hondureña de asumir
los problemas contemporáneos desde las perspectivas de sus propia tradición
plástica, por una parte, y de incorporar de veras –sin el dogmático afán de la
copia acrítica ni el procaz oportunismo de la cita de ocasión- las tendencias
que brinda el arte universal, por otro lado.
Ambas cosas constituyen procesos
complejos de asimilación, contradictorios y francamente difíciles que implican
un esfuerzo esencialmente crítico que muy pocos son capaces de asumir. Y, sin
lugar a dudas, las circunstancias de nuestro mundo y la coyuntura de miseria y
drama social en que el capitalismo nos mantiene hundido, extreman las
dificultades de tales procesos a la vez que lo reclaman con urgencia.
Este asunto
comprende, por supuesto y en lugar destacado, revisar el estado del dibujo en
el país. Se trata tanto de entender y asimilar su desarrollo desde Pablo Zelaya
Sierra como de examinar su presencia en la época actual, lo que, a pesar de su
aparente obviedad, es una necesidad largamente sentida, insoslayable hoy ante
los retadores desafíos que le impone la realidad contemporánea.
En esa labor de
reconstrucción histórica del dibujo hondureño, no debe ni puede hacerse a un
lado el quehacer artístico de importantes personalidades que, por la extensión
y vigor de sus obras y por la ética sacrificial de su acción, ocupan un lugar
central en nuestra tradición gráfica, como Felipe Burchard, Ezequiel Padilla
Ayestas, Armijo Maltez, Dagoberto Posadas, Xenia Mejía, Nahúm Flores y, más
próximo, Darvin Rodríguez. Conformémonos
por ahora, con estudiar a este último, a
la espera de esfuerzos ulteriores más abarcadores.
Recientemente, el
artista Darvin Rodríguez afiló el lápiz y dio vida a sus Personajes de acción. Un conjunto expositivo que, entre otras
cosas, demuestra el buen estado de salud en que se encuentra el dibujo en el
país. La calidad del material presentado dejó a los espectadores admirados y
largamente deliberativos. Pero, en último término y elogios aparte, se confirma
la creciente madurez artística de Rodríguez. No en vano la amplia atención
crítica que esta exposición ha suscitado.
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“Carga” de Darvin Rodríguez, de la serie Personajes de acción. |
Sin duda, estamos
ante la propuesta creativa más sólida de Rodríguez, en el sentido que allí se
sedimenta una poética personal del género dibujo, la del comic protesta,
vertiente ampliamente cultivada en otros países. Sus comic tienen un sesgo
testimonial en que dibujo y argumento se funden en un conjunto de extrema
sencillez, aunque trufado de una estética pop, más cercana por su carácter
crítico al Equipo Crónica que a Warhol. Dolores
es el arquetipo de la mujer oprimida que carga, desde su marginalidad
social, todo el drama social; en Atlas
Rodríguez reinterpreta el famoso mito de Atlante, para decirnos como el
campesino, ya sea por imperiosa necesidad o por castigo divino, sostiene de
pie, con la cabeza y las manos el ancho cielo en los confines de la tierra; Carga nos confronta con la evidencia de
una realidad incómoda: la del obrero agobiado por el rigor de la explotación, y
su contraparte, Descarga, es un
homenaje a los obreros que llevaron a cabo la Huelga Bananera de 1954, hoy que
se conmemoran 60 años de aquella gesta heroica que transformó al país.
Personajes de acción evidencia que Rodríguez
no es de aquellos artistas ajenos a la realidad hondureña, como tampoco lo ha
sido durante su carrera artística, y que el dibujo tiene mucho que decir hoy
ante los grandes desafíos que afronta el país. Sin duda, esta exposición es un
espléndido anticipo a la movilización del 1ero de mayo y una extraordinaria
manera de recordar la huelga de 1954. En el Partido Socialista de los
Trabajadores nos sentimos profundamente contentos de los logros del artista
Rodríguez, no solamente porque se trata de un leal colaborador y amigo, sino
por su manera seria y responsable de asumir el dibujo y, a través de él, de
denunciar la sociedad capitalista.